Internacional.- Cuando se presentaron el iPhone 8 y el iPhone 8S fueron muchos los que no le auguraron un buen futuro en las ventas y en los primeros día tras su presentación se redujeron los pedidos vinculados a su nuevo iPhone 8 y las acciones de la compañía de Apple bajaron un 2,23% (situándose en los 156,19 dólares). Así que no es de extrañar que desde Cupertino estén pensando en retirar este modelo que no ha tenido el éxito que esperaban, algo que sí ha ocurrido con el iPhone X pese a ser mucho más caro.
Ahora, todo apunta a que Apple estaría trabajando en el rediseño de sus nuevos iPhone y que los smartphones de los de Cupertino no serán como los hemos conocido hasta ahora, al menos en lo que a su diseño se refiere.
Es por eso por lo que durante este año, tanto el iPhone 8 como el iPhone 8 Plus van a ser reemplazados por versiones más baratas del iPhone X, con un precio bastante inferior a este y similar al del actual iPhone 8. Por lo tanto, Apple va a acabar con el diseño tradicional de sus iPhone y extenderá el diseño de pantalla sin bordes a todos sus terminales pero, para abaratar costes, en lugar de pantalla OLED contarán con una pantalla LCD más barata.
Tal y como afirma Ming-Chi Kuo, analista de KGI Securities, los modelos de iPhone 8 y iPhone 8 Plus van a ser reemplazados por la fabricación de 100 millones de unidades de iPhone con una pantalla LCD de 6,1 pulgadas.
Este analista, piensa que el nuevo iPhone podría costar entre 700 y 800 dólares, aunque, claro está, este precio podría variar si Apple cree que el iPhone LCD podría ser el sucesor del iPhone 8 o del iPhone Plus.