KUFU, es la bebida representada por un osito alegre y divertido que quiere ayudar a que los niños de Colombia crezcan sanos y fuertes, esta marca social viene en dos presentaciones. La primera de ellas es una bebida ligeramente gasificada con sabor a mora azul, fortificada con vitaminas B5, B6, B9, B12 y Magnesio y Zinc, nutrientes que ayudan al desarrollo cognitivo y al metabolismo de la energía. La segunda, es una bebida con mango y avena, fortificada con vitaminas A, C, E y con adiciones de minerales Zinc y Selenio, nutrientes que ayudan a fortalecer los sistemas inmune y óseo de los más pequeños.
Miguel Fernando Escobar Penagos, presidente de Postobón, anunció que 3.130 niños en condición de vulnerabilidad de los municipios Manaure y Riohacha en l Guajira Colombia y el corregimiento de de Narazeth, recibirán de forma gratuita durante seis meses y como parte de su dieta diaria, dos unidades de KUFU que acompañarán sus planes alimentarios.
Sin duda la propuesta de marca social de Postobón es plausible en una zona del país que en la actualidad cuenta con los mayores índices de desnutrición y muerte infantil, sin embargo lo que inició siendo una de las labores más altruistas de una marca nacional actualmente tiene muchos “ires y venires” en el papel y la responsabilidad ética amparada en la veracidad de los atributos de estos productos y el valor nutricional que manejan VS el valor percibido hacia la marca con este tipo de acciones.
“Sin claridad sobre el cumplimiento de los protocolos que exige Minsalud, la empresa les hizo exámenes a algunos menores para evaluar los efectos de los productos”, asegura una nota publicada en Vice por la Liga contra el Silencio.
Se lee en el artículo, que luego agrega: “Entregar a una población altamente vulnerable como la de La Guajira productos que no han sido certificados como suplementos nutricionales ni naturales, tal como reconoce Postobón, produce cuestionamientos éticos”.
Este hecho, al parecer, ha generado alarma dentro del Ministerio de Salud, pues ya tiene informes sobre el posible uso de niños para pruebas de laboratorio sin que la empresa haya solicitado una autorización para una “investigación experimental” con la comunidad en La Guajira. Si bien la información no a sucitado un reporte afirmativo en la coyuntura de estos hechos, es importante oservar la delgada línea entre la labor social y la publicidad engañosa de una marca, otras de las empresas que le apuestan al soporte social dentro de su oferta de servicios fueron según el último GoodBrand Social Equity Index – como se denomina el indicador para Colombia– Empresas Públicas de Medellín (EPM) , la empresa de servicios públicos más grande del país. Le siguen, respectivamente, el Metro de Medellín y Colgate Colombia.
A las luces de está noticia en desarrollo es relevante destacar la importancia en la estabilidad física y emocional de los menores en estado de vulnerabilidad por encima del reconocimiento o la labor altruista de las marcas.