España.- Hoy, 14 de febrero, es el día más romántico del año y es que se celebra San Valentín, una festividad en la que los españoles gastarán una media de 63€ en regalos para sus parejas, tal y como apuntan desde Bankinter Consumer Finance. Son muchos los pedidos online que aumentan durante los días previos a esta fecha, sobre todo, joyas, cosméticos, reservas de hoteles y flores. Uno de los regalos más populares para San Valentín son las flores y, según datos de Interflora, se espera que el gasto en flores aumente un 25% este año.
Las compras online son el principal método que actualmente se utiliza para comprar los regalos en San Valentín, así que hay que estar alerta siempre con los ciberdelincuentes. Hemos hablado con Rafael Gómez-Lus, experto legal de Trusted Shop, quien nos ha destacado 5 factores imprescindibles que los consumidores deben tener en cuenta los días previos a San Valentín, para evitar las estafas de los ciberdelincuentes, así como los derechos que tiene el consumidor para las compras en esta fecha:
Llegada tardía
Si cuando ha hecho la compra, la web le garantizaba que la entrega para el Día de San Valentín, el plazo de entrega es crucial. Pero si el regalo no llega ese día, el cliente tendrá todo el derecho a rechazar la entrega y no pagar la compra.
Cupón regalo
Si compras un cupón online para San Valentín, dispones de un derecho de desestimiento de 14 días desde la entrega. Si el cupón se utiliza para comprar una mercancía, esta se puede volver con normalidad.
Lencería erótica
La lencería erótica es uno de los productos que también aumenta sus ventas en San Valentín. No por ser una prenda no se puede devolver, eso sí, al entrar en contacto con la zona genital, no podrá ser devuelto cuando se haya retirado el precinto del producto.
Ramos de flores
¿Existe el derecho a devolución de un ramo de flores? La respuesta es negativa ya que estas se consideran bienes que “pueden deteriorarse o caducar con rapidez”.
Productos de belleza
En cuanto a la devolución de productos de belleza, dependerá de si el producto se considera como un producto que no sea apto para ser devuelto por razones de protección contra la salud o higiene, una vez haya sido desprecintado. En los productos de cosmética, ocurre lo mismo.