Desde hace algunos años se refiere al iPhone como el dispositivo emblema de Apple, el lanzamiento de un nuevo modelo suele provocar filas interminables en sus Apple Store, pero tal vez, la verdadera estrella (o nueva) no sea el smartphone, sino el Apple Watch.

Es de conocimiento público la batalla de proporciones casi épicas entre Apple y Samsung por ser los líderes del mercado de smartphones, de hecho, hace sólo unos días s hablaba que la tecnológica de Cupertino vendió más dispositivos (77.3 millones) que la de Corea del Sur (74.1 millones).

Sin embargo, esto fue durante el trimestre que recién terminó, el cuarto del año calendario y el primero fiscal que, por cierto, suele ser el de mejor rendimiento de Apple, pero la realidad es que al sumar los últimos doce meses, Samsung sigue siendo la que más vende 317.3 millones de teléfonos contra 215.8 millones de la compañía que dirige Tim Cook, de acuerdo con datos de IDC.

De hecho, de acuerdo con datos preliminares de la firma especializada en inteligencia de mercados, el de smartphones tuvo una ligera contracción durante 2017 del 6.3 por ciento respecto al año previo.

Esto tiene concordancia con los propios resultados de Apple, que en su reporte trimestral (el primero de acuerdo con su año fiscal), obtuvo ingresos por 88 mil 300 millones de dólares, donde vale la pena destacar que vendió 77 millones 316 mil iPhones, para ingresos de 61 mil 576 millones de dólares, pero fue una caída del 1 por ciento en comparación al año previo.

Aunque la tecnológica de Cupertino no dio datos respecto al Apple Watch, desde Canalys revelan que durante 2017 se vendieron 18 millones de estos relojes inteligentes.

De acuerdo con la firma de análisis, sorprende que cerca del 50 por ciento del total de ventas del wearable correspondan al Apple Watch Series 3, la versión más reciente del smartwatch lanzada el mismo pasado para la que Apple lanzó una campaña publicitaria en navidad.

De hecho, Canalys señala que que las ventas de Apple Watch en 2017 se incrementaron un 56 por ciento, respecto a lo registrado en 2016. Por tanto, considerando todo lo anterior podríamos pensar en este separable como la joya de Apple, incluso sobre el iPhone.

¿Por qué? Se ha hecho evidente en los últimos meses y muchos medios de comunicación dan seguimiento a las ventas ‘desangeladas’ del iPhone 8, 8 Plus, incluso del X, además del problema de la ralentización de modelos iPhone 6, 6s y SE. Los datos lo constatan, sus ventas se contrajeron 1 por ciento el último trimestre.

En contraparte, los Apple Watch le dieron la vuelta al mercado de smartwatch en sólo dos años, ya que mientras que en 2014 estaba dominado por Samsung, con un 73.6 por ciento de share de mercado, para el cierre de 2016 era Apple la que acaparaba el 63.4 por ciento, relegando a la surcoreana a sólo un 9.8 por ciento, de acuerdo con datos de Strategy Analytics.

Estos datos aún no consideran los datos de 2017, pero podríamos decir que el impacto del Apple Watch en las ventas e ingresos de la compañía de Cupertino podrían ir encaminados a tener un rol más protagónico y, si el iPhone no se recupera, podría perder más terreno, consideremos el lanzamiento del Samsung Galaxy S9 y lo que presentará Huawei con el P20 este año.

No debemos perder de perspectiva que, de acuerdo con datos de CfK, se prevé que durante 2018, los relojes inteligentes representarán el 52 por ciento de las ventas de wearables en el mundo.