Durante la tarde de este jueves, Amazon dio a conocer su reporte financiero correspondiente a 2017, documento en el que uno de los datos más relevantes fueron la cifras relacionadas con su plantilla laboral.

De acuerdo con dicho reporte, la compañía con sede en Seattle cerró el 2017 con un total de 566  mil empleados (tiempo completo y medio tiempo) alrededor del mundo, cifra que es impresionante si consideramos que el gigante del e-commerce cerró 2016 con una base de 341 mil 400 colaboradores, con lo que estaríamos hablando de un incremento de 65.7 por ciento en sólo 12 mese, según las proyecciones entregadas por Statista.

A poco menos de 24 horas que se dieron a conocer estos números, la empresa liderada por Jeff Bezos enfrenta una situación polémica debido a que anunció la patente de un brazalete con un sistema electrónico de rastreo que detecta los movimientos que realizan las manos de sus empleados en los almacenes para supervisar su trabajo.

La idea, por el momento, ha estado al indignación en Italia, en donde personalidades como el jefe de gobierno, Paolo Gentiloni, quien refirió que “el desafío es el trabajo de calidad y no trabajar con un brazalete”.  Por su parte, el líder del partido Liga del Norte, Matteo Salvini, expresó: “Hombre o esclavo? Quiero devolver la dignidad al trabajo, algunas multinacionales explotan, presionan y luego descartan. ¡Ya basta!”.

Tal y como reportan desde el sitio especializado Geekwire, el dispositivo está pensado para ser utilizado cerca de las manos para emitir vibraciones que guíen al empleado, al tiemponqu permitan supervisar la realización de las tareas asignadas tales como el invetario o la preparación de pedidos.

Los números de Amazon dicen que sus ventas aumentaron un 38 por ciento para alcanzar los 60.5 mil millones entre octubre y diciembre del año pasado.

Un portavoz de Amazon indican a la AFP que las especulaciones sobre este dispositivo son falsas, ya que lo único que busca es facilitar el trabajo de los empleados y mejorar la productividad.

Las opciones que la tecnología ofrece a las empresass para monitorear el desempeño de sus trabajadores es un tema que, durante los últimos años, ha generado especial atención.

Uno de los casos más relevantes ha sido el de Epicenter corporativo belga que alberga a más de 100 empresa con poco más de 2 mil empleados y que desde 2015 comenzó a implementar este tipo de dispositivos entre su capital humano. Actualmente, dentro de la empresa ya son 150 trabajadores quienes realizar parte de sus labores a través de estos microchips que con el tamaño de un grano de arroz e instalado entre el dedo pulgar e índice utiliza una tecnología Near Field Communication (NFC, comunicación de campo cercano), para ejecutar funciones similares son contacto a las que ahora tarjetas de crédito y algunos smartphones realizan.

Misma línea siguió una empresa de Wisconsin llamada Three Square Marketing que con estos microchips permitirá a sus empleados, entre otras cosas, comprar bocadillos. La organización espera inyectar estos dispositivos a cerca de 50 personas que han aceptado esta forma de interacción.

Aunque esto puede entregar interesantes resultados para las organizaciones en términos de rentabilidad y productividad, lo cierto es que pone sobre la mesa un nuevo valor que las empresas tendrán que gestionar para colocarse como un empleador deseado y reconocido.

El correcto manejo de la privacidad será pieza clave para atraer y retener nuevos talentos en momentos en los que las empresas están obligadas a transitar hacia una gestión alineada a los avances tecnológicos para mantener su rentabilidad. Convertir esta exigencia en un factor que aporte valor a la organización como empleadora será el gran desafío.