Mucha expectativa, la inmersión de nuevos productos para un mercado que cada vez tiene más opciones, la lupa que ponen las marcas en la identidad de los pueblos y de su cultura, una aerolínea que se levanta con muchas más fuerza, proyecciones y alianzas; nos deja un sabor de boca agradable gracias a la sostenibilidad y la calidad de los productos “Made in Colombia” como el caso de las flores que se exportarán para san Valentín a Europa y América del norte.
Nos deja además una enseñanza puntual en términos de derechos y marca registrada; sobre algo tan básico (como podríamos llegar a pensar) que es el tema del color en una bebida gaseosa, nos permitió entender la necesidad de las marcas por adaptarse a la tecnología y a lo digital, y no solo de las marcas, de los consumidores!
Nos deja un sentimiento bonito ver como las marcas se adhieren a la pasión de los colombianos; como es el caso del precio de una cerveza para el mundial, nos permite entender que el mercadeo ya no solo busca satisfacer necesidades materiales de los clientes, nos muestra como evolucionamos a entregar experiencias y recuerdos desde la profesión; nos da optimismo ver como de afuera ven con ojos positivos la infraestructura y contenido para hacer entretenimiento de talla mundial y como este da opciones de trabajo a los locales; también nos deja la melancolía de no dejar ir nuestro pasado gracias al Dorado y su expresión visual de nuestra cultura indígena en términos de negocio.
Nos deja templanza; nos permite ver que el mercadeo es como el clima de la capital, inesperado y cambiante. Podemos ver los esfuerzos por generar una mejor calidad de vida desde la labor pero además nos permitió entender la responsabilidad de una marca con su producto y cuanto puede costar un error recurrente en la percepción y la salud de los consumidores.
Llegó Febrero y todo el panorama nacional del marketing y la publicidad está alistando motores para un nuevo ciclo de aprendizajes y de aportes que estamos ansiosos por disfrutar.