En diciembre de 2017 me puse más stalker que nunca y observé muchas fotos en los muros de Facebook de las señoréxicas y señoréxicos -De la mercadotecnia tribal o clusterización tribal. Una de las tribus urbanas locales mexicanas que basa su sentido de identidad y pertenencia para huir del anonimato en las grandes ciudades a través del núcleo familiar cercano, es decir, su identidad de consumo y de vida es: “Yo soy mi familia…y mi familia soy yo…”, aunque luego y cuando los hijos crecen surgen los vacíos con la etapa del nido vacío.-. En los muros de la vida digital en Instagram y Facebook de los señoréxicos y señoréxicas había mucha actividad y contenido muy específico entre el 25 de diciembre de 2017 y el 10 de enero de 2018 con todo lo que le habían regalado Santa Claus y los Reyes Magos a millones de niños mexicanos. Habían dejado aun lado de los árboles de navidad inversiones millonarias en juguetes y regalos. Muchos regalos que pagan regalías y licencias a personajes de la cultura pop actual de las caricaturas y dibujos animados como Masha y el Oso y Frozen de Disney, entre otros muchos personajes muy protagonistas de la mercadotecnia de marcas par la Generación Z.

Si observamos atentamente, actualmente, muchos millones de niños en los segmentos medio y alto de los mercados locales del mundo están recibiendo demasiados regalos y millones de dólares en productos licenciados por marcas y personajes. Esto es una gran oportunidad de mercado, un reto o un gran problema para el futuro, ¿Por qué? En algunas fotografías de las fiestas navideñas en diciembre alcancé a contar hasta 17 regalos por cada niño en cada evento de Reyes Magos y Santa Claus. Wow, regalarles tantas cosas a los niños creará clientes y humanos siempre insatisfechos en el futuro próximo, porque ¿Qué pasará si por alguna circunstancia estos niños reciben tan sólo un regalo en las próximas fiestas navideñas? Seguramente se sentirán rechazados y devaluados con base en el poder adquisitivo y en el consumo. Verán a las marcas y productos por su capacidad de dar y no de integración unitaria. No se generará un diálogo comercial productivo enriquecedor entre los clientes y las marcas, todo sería una serie de cantidades y volumen que generara grandes tormentas de insatisfacción interminable. Cuando uno tiene de más, siempre se estará insatisfecho. La abundancia y el poder absoluto sobre las cosas generan grandes vacíos de vida y de consumo. Esto de cualquier forma es muy peligroso par los mercados, las marcas y los agentes de la mercadotecnia.

De hecho, en el más reciente estudio de navidad de la agencia de insights e inteligencia de mercado, Kantar TNS, dentro de los propósitos de año nuevo que ahora sí piensan cumplir los mexicanos, el  77 por ciento de los mexicanos ahorrará dinero, mientras que 9.0 por ciento buscará a una nueva pareja. Es decir, quizá se está confundiendo el amor con el consumo. El 60 por ciento de los mexicanos pretende aumentar sus ingresos, mientras 47 por ciento buscará comprar o cambiar carro.

El espíritu consumista es por demás, una arma de dos filos para la mercadotecnia. Quizá genera ventas en apariencia muy fáciles y rápidas pero también crea clientes cada día más insatisfechos y con relaciones comerciales muy endebles y desleales.