La competencia es algo inherente en los negocios. Los empresarios saben que se enfrentarán a retos que otras marcas pondrán a sus productos y los consumidores son los más beneficiados al ver ofertas novedosas.
Sin embargo, existe la competencia desleal, aquella en la que una compañía utiliza ventajas que otras no tienen y que les es imposible alcanzar.
Ese es justo el tipo de competencia de la que acusa la Comisión Europea a Qualcomm por abusar de su posición dominante en el mercado de chips LTE.
La instancia impuso una multa de 997 millones de euros a la firma por impedir que sus rivales pudieran competir llegando a un acuerdo millonario con un fabricante clave: Apple.
Y es que fue en 2011 cuando Qualcomm firmó un acuerdo con la Gigante de Cupertino comprometiéndose a pagarle fuertes cantidades de dinero a cambio de que utilizara sólo sus chips LTE en iPhone o iPad. El acuerdo fue extendido en 2013 hasta 2016.
Por medio de un comunicado, la comisaria Margrethe Vestager dijo que:
Esto significaba que ningún rival podría desafiar efectivamente a Qualcomm en este mercado, sin importar lo buenos que fueran sus productos
De ahí la multa que representa 4.9 por ciento de la facturación del fabricante de chips durante 2017.
Los documentos aportados por Apple, también han comprobado que la empresa quiso cambiar de proveedor y apostar por Intel, pero que el acuerdo de exclusividad con Qualcomm fue un factor determinante para que no o hiciera.