El comercio electrónico se mantiene como tendencia en crecimiento que tiene especial potencial de desarrollo en mercados como los latinoamericanos. Con lo que explorar nuevas técnicas como el d-commerce resulta importante para incrementar la competitividad en este terreno.

Se prevé que el comercio electrónico mantenga una tasa de crecimiento anual del 10.8 por ciento hasta 2022 a nivel mundial, lo que representaría alcanzar un volumen de mercado de 2.46 trillones de dólares, de acuerdo con los datos revelados por Statista.

En Latinoamérica, Visa Inc. destaca que la distribución del mercado es actualmente dominada por Brasil país que abarca 42 por ciento; sin embargo, México se ubica en el segundo lugar con 17 por ciento y un interesante crecimiento a futuro que se puede leer desde el número de compradores online, concepto que durante 2018 alcanzará los 10.7 millones de shoppers online para crecer a 14.88 millones durante 2022.

No obstante, para que las empresas logren capitalizar las oportunidades que estas cifras dibujan es necesario pensar en algo más que desarrollar una tienda en línea.

De la misma manera que sucede con el resto de los espacios digitales, al tiempo que nacen nuevas tecnologías y facilidades para los usuarios, la exigencia del consumidor aumenta tanto en intensidad como número de necesidades por atender.

Ahora no basta con ofrecer un espacio de compras en línea al que se puede acceder mediante una aplicación móvil. Esta ecuación se ha convertido en un commodity que obliga a las organizaciones a buscar nuevas formas de diferenciación.

En esta línea,  surgen nuevos términos relacionados con el e-commerce que vale la pena estudiar en un ejercicio por experimentar estrategias de mercadotecnia asimétricas que privilegien la relevancia y conversiones.

Uno de ellos es lo que conoce como d-commerce o comercio distribuido, el cual tiene que ver con minimizar los pasos que componen el proceso o viaje de compra para garantizar un mayor número de conversiones al entregar al consumidor una experiencia mucho más simple y desde espacios que resultan familiares a sus hábitos cotidianos, en muchos casos, alejados de la compra misma.

A nivel global la tasa de abandono del carrito de compra dentro de un sitio web de e-commerce ha llegado al 75 por ciento durante 2016.

En principio, es importante mencionar que tal y como indican desde Eventbrite, cada paso adicional en los procesos de finalización de compra reducen en un 10 por ciento la tasa final de conversiones.

Es por eso que el d-commerce apuesta por generar oportunidades de venta en espacios que, aunque no tienen como fin ser plataformas de venta, si generar interés, confianza y comodidad, tales como las redes sociales o blogs de conversación.

Así el comercio distribuido permite a los shoppers adquirir productos y servicios directamente del contenido que están leyendo en línea sin necesidad de salir de dicha página para llegar a una tienda tradicional en línea o a otro sitio (landing page) que frene su interés en comprar un producto.

Si bien este concepto no es nuevo, es cierto que en el futuro inmediato ganará fuerza ante la consolidación de nuevos sistemas de pago, la sofisticación de opciones de compra ofrecidas por algunas redes sociales y la diversificación de fuentes que consulta un comprador antes de efectuar una compra.

La tendencia se verá también reforzada con el incremento en el desarrollo de estrategias de content marketing nativo advertising, en donde los editores de contenido podrán encontrar una nueva forma de capitalizar su datos y audiencias.

Algunas empresas de categorías menos convencionales en el campo de batalla del e-commerce han encontrado en este tipo de esfuerzos un importante aliado para ser parte de los hábitos digitales de los compradores.

Tal es el caso de Subway que al identificar que el 43 por ciento de las personas no tiene idea de lo que comerá en el almuerzo, y el 65 por ciento de los mismos utiliza su smartphone para resolver esta cuestión opto por desarrollar modelos de pedido y entrega de sus productos en los que cada punto de contacto con el consumidor es una oportunidad para cerrar la venta.