Desde hace un par de años a la fecha, las selfies o autorretratos se han convertido en parte de la cultura popular en internet, pero la búsqueda de likes lleva a muchos a ponerse en situaciones peligrosas que les cuesta la vida.
De acuerdo con una investigación realizada en India, entre marzo de 2014 y septiembre de 2016 murieron 127 personas en el mundo y muchas más resultaron heridas al intentar tomarse una foto en situaciones peligrosas con el objetivo de subirla a las redes sociales.
Según un reporte de Forbes, el tipo más común de “killfie” tiene que ver con gente que cae de edificios, acantilados y otras alturas extremas. La segunda causa de muerte tienen que ver con agua (albercas, ríos o playas).
Y este año las muertes por tomarse fotos continúan. Esta semana, una universitaria de 19 años de edad falleció en una cascada de nombre Manto de la Virgen en Santander, Colombia.
Un reporte de Publimetro indica que la joven resbaló en unas piedras y cayó desde una altura aproximada de 90 metros.
Una Joven murió al caerse de una cascada mientras tomaba una selfie en Santander https://t.co/qikeUBweyj #VocesySonidos
— BluRadio Colombia (@BluRadioCo) January 9, 2018
El pasado 28 de diciembre, en la presa Malpaso, en Aguascalientes, en México, una mujer de 20 años falleció luego de que un grupo de amigos se tomaban selfies en una zona peligrosa junto a la cortina. La joven perdió el equilibrio y cayó desde una altura de 15 metros a unas piedras.
Días atrás, en Turquía, un hombre cayó por un barranco de cerca de 50 metros cuando estaba posando para una foto de cumpleaños y perdió el equilibrio.
El interés por obtener un mayor número de likes en redes sociales como Instagram y Facebook ha provocado que las personas se coloquen en posiciones arriesgadas para tomar una foto atractiva. Llama la atención que en muchos de los casos no se trata de adolescentes sino de adultos jóvenes quienes participan en este tipo de actividades.