La producción de ropa llegó al doble tan sólo del 2000 al 2014. La tendencia del Fast Fashion invita a las personas a cambiar su atuendo casi seis veces al año, pues es en promedio las veces que renuevan las colecciones los grandes de la industria.
De acuerdo con un estudio de Green Peace, el consumidor promedio actual compra 60 por ciento más ropa y la conserva sólo la mitad del tiempo, en comparación con el consumidor de hace 15 años.
Sin embargo, esta forma de consumo no sobrevivirá a la siguiente década ¿O sí?. De acuerdo con una publicación de Berkeley Haas, nueve de cada 10 millennials están dispuestos a cambiar a una marca con causa.
Los productos que se presentan como locales, orgánicos y elaborados bajo prácticas éticas resultan mucho más atractivos para la generación millennial. Un estudio de Nielsen reveló que el 66 por ciento de los consumidores están dispuestos a pagar más por un producto, si este es de una marca sustentable, socialmente responsable y/o se preocupa por el ambiente.
La tendencia hacia la economía circular ha ido incrementando. La nueva era de consumo estará centrada en la ecología, la responsabilidad social y la sustentabilidad. Incluso reciclar y comprar usado se convertirá en una acción cada vez más concurrida.
En el futuro veremos más penetración en el mercado de marcas sustentables como la de Timberland, quien junto con Thread, se han dedicado a limpiar los mares, reutilizando la basura recolectada para elaborar zapatos y ropa.
Con acciones como esta y otras más, Timberland ha fortalecido los vínculos con sus stakeholders y se ha posicionado como una marca sustentable y humana, esto la ha hecho más rentable.
Otro ejemplo es la plataforma Optoro, que trabaja con 20 de los top 100 minoristas en Estados Unidos, ayudándolos a vender su exceso de inventario y a reducir los desechos generados por devoluciones y excesos en un 75 por ciento.