A raíz de la digitalización, hemos generado tecnologías que nos llevarán a vivir la cuarta Revolución Industrial, donde la robótica juega un papel clave de la mano de la Inteligencia Artificial.
Como su nombre lo dice, la Inteligencia Artificial, también conocida como AI por sus siglas en español, se refiere a dotar de funciones cognitivas a las máquinas. Es decir, que sean capaces de aprender y resolver problemas utilizando percepción, razonamiento y memoria.
Este tema parece futurista, hace unos años lo habíamos visto en películas y seguro no imaginábamos que pronto seríamos capaces de vivirlo. Sin embargo, ya es una realidad que forma parte de la sociedad. Desde una cámara inteligente o un dron, hasta una aspiradora que se maneje sola, ya son los inicios de ello.
Aun cuando se sigue experimentando con esta tecnología y no ha sido 100 por ciento implementada en el sector industrial y mucho menos adoptada para el uso doméstico, un estudio de la compañía de tecnología Gartner indica que el 59 por ciento de las organizaciones ya están incursionando en el uso de Inteligencia Artificial.
Las empresas invierten en esta tecnología para aumentar su productividad y reducir sus costos. Un ejemplo de ello son los robots, La Federación Internacional de Robótica comunicó que para el 2019 se espera que existan alrededor de 2.6 millones de robots en las industrias. La cuestión recae en cómo afecta la fuerza laboral la implementación de esta tecnología, para saberlo podemos voltear a ver a los países que ya lo están aplicando.
De acuerdo con proyecciones de Statista, la Inteligencia Artificial tendrá ingresos por 2 mil 420 millones de dólares.
El sector que más utiliza esta tecnología es naturalmente el de software y tecnología con 32 por ciento. Sin embargo, con el tiempo irá creciendo y penetrando en otros sectores. Esto posiblemente será un hecho que nos marque histórica y económicamente.