Con la llegada del Smartphone, muchos mercados han sufrido cambios. Uno de ellos es el de las cámaras fotográficas.
De acuerdo con datos de la Camera and Imaging Products Association (CIPA), la democratización de la fotografía llegó primero con la cámara digital. Pues con ella, los usuarios podían tomar muchas más fotos y tenían la posibilidad de guardarlas en un formato digital que les permitía compartirlas en otros medios y no necesariamente imprimirlas en papel.
Si bien gracias a la cámara digital, en el año 2000 comenzaron a aumentar las ventas de cámaras fotográficas, alcanzando un pico en la demanda de cámaras que llegó a su tope durante el 2008 con más de 119 millones de unidades vendidas. Posteriormente comenzaron a disminuir las ventas, reduciendo el número a 24 millones de unidades vendidas durante el 2016.
La caída en las ventas de cámaras comenzó en 2010, cuando los smartphones adquirieron una resolución de alta calidad. Si a esto le sumamos la portabilidad, la conexión instantánea a redes sociales y la comodidad de cargar sólo un dispositivo, este resulta mucho más atractivo para los consumidores.
El 81 por ciento de los usuarios prefieren utilizar su smartphone para tomar fotos, el 55 por ciento lo hace con una cámara digital, 25 por ciento con tablet y el 24 por ciento con una cámara digital DSLR.
Actualmente, el iPhone de Apple es el dispositivo que más se utiliza para tomar fotos, con una ocupación del 57 por ciento del mercado. Seguido por cámaras de la marca Canon con 24 por ciento y finalmente cámaras de la marca Nikon con 19 por ciento.
Pero todavía hay esperanza para las cámaras fotográficas, ya que se han convertido en un producto dirigido al mercado de profesionales que trabajan en el medio. Y es únicamente el uso doméstico de cámaras digitales, el que se ha ido reemplazando por los smartphones.