Basándose en la buena reputación que proyectas, los consumidores pueden tener una preferencia por tu empresa, por la congruencia que generan en cuanto a la imagen y calidad
El impacto de tu branding personal está totalmente ligado a tu reputación y a la de tu empresa, haciéndose determinante para que los clientes decidan elegirte entre un millón de opciones en el mercado. La confianza que generas ante tu público, puede tener un efecto directo en los resultados de tu empresa.
Anteriormente las empresas dependían de la publicidad que se hacían de boca en boca, para así establecer, construir y mantener su reputación. En la actualidad, las redes sociales, sitios web y otros métodos de comunicación instantáneos, han desempeñado un papel fundamental en el impacto de la imagen.
Hoy, basándose en la buena reputación que proyectas, los consumidores pueden tener una preferencia por tu empresa, sin importar si tu producto es similar o mayor en precio a otro en el mercado.
Por ejemplo, recientes investigaciones, realizadas en el mercado de alimentos, han reconocido la creciente demanda de generar productos más saludables, orgánicos y ecológicos. Se ha demostrado que aquellas empresas que logran posicionar y distinguir sus productos a través del etiquetado de sus alimentos, han logrado que sus clientes estén dispuestos a pagar incluso un mayor precio.
Entonces, si un directivo y su organización tienen una buena reputación en el mercado, es posible que los consumidores puedan tener mayor preferencia por esa empresa, sobre otros proveedores similares; esto por la congruencia que generan en cuanto a la imagen y calidad de su producto, logrando así una buena reputación.
Una reputación sólida, logra diferenciar y posicionar tus productos en un mercado altamente competitivo, al crear esa confianza en los clientes, te convertirás en un factor decisivo.
La manera de generar una buena reputación dependerá de:
– Cumplir con las promesas que realizas tanto a tus clientes como a tus proveedores
– Ser transparente y confiable tanto con los trabajadores como con tus clientes
– Ser congruente y coherente con los valores de tu empresa
– Cuidar y mantener la buena reputación de tu empresa en todo momento, un solo error, puede terminar con años de trabajo.
– La consecuencia de generar buena reputación, logrará que tus clientes sean fieles a tu empresa y obtendrás confianza por parte de tus proveedores