Desde que asumió al gobierno argentino Mauricio Macri (de la alianza de centro-derecha Cambiemos), uno de los objetivos fue liberar las importaciones, un rubro que había estado limitado (con alícuotas y demás instrumentos) en los años en que Néstor Kirchner y Cristina Fernández gobernaron el país.
El objetivo, según exclamaron ambos ex presidentes, era priorizar la industria local, generando empleo que, a su vez, impulsara el consumo interno.
El actual gobierno está en las antípodas en cuanto a estrategia macro económica y la idea es liberar el ingreso de productos importados para hacer bajar los precios, favorecer la competencia y, con ese plus de los asalariados al gastar menos en estos artículos, favorecer el consumo.
Así las cosas, este miércoles se publicó en el Boletín Oficial de la Nación un decreto que oficializació de la baja gradual del impuesto interno para los productos electrónicos (celulares, aires acondicionados, televisores, monitores y microondas, entre otros) no fabricados en Tierra del Fuego, isla del sur argentino que fue elegido desde hace décadas como polo de ensamblaje local. La mayoría de los artículos fabricados allí gozan de exenciones o rebajas de impuestos.
La idea es que esto desaparezca y que, en unos años, no haya distinción en cuanto a impuestos entre los productos importados y los producidos en Argentina, ya sea en el continente como en la isla de Tierra del Fuego.
El decreto es un adelanto del resto de una mega reforma tributaria que comenzará a discutirse por estos días en el Congreso Nacional, publicó La Nación, y agregó: “El Gobierno estima que los precios bajarán cerca del 8% desde fin de año y un 20% cuando los aranceles desaparezcan”.
Actualmente, el impuesto interno que grava al sector en el continente es del 17% y en Tierra del Fuego es del 6,55%. Con el decreto, ahora será 10,5% en el continente y de 0% en la isla.
Esta rebaja para los productos importados seguirá según lo prevé el borrador de la reforma tributaria. La alícuota será del 9% en 2019, 7% en 2020, 5,5% en 2021, 3,5% en 2022 y 2% en 2023. A partir del siguiente año será de 0%.
Según publicó El Diario del Fin del Mundo, el medio de Tierra del Fuego, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, dijo “el acuerdo busca reducir el precio de la tecnología, que afecta transversalmente la competitividad de toda la economía, preservando los puestos de trabajo del sector, y al mismo tiempo diversificar el perfil productivo de la provincia”.
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— Reuters Latam (@ReutersLatam) 29 de noviembre de 2017
La medida fue acordada antes con los sindicatos que emplean la mano de obra en el sur argentino y con los gobiernos locales, de manera de darle tiempo a los empresarios a mejorar su competitividad y diversificar su espectro de producción.
El problema es que la idea original de favorecer la producción en el sur mediante incentivos de este tipo era que a la gente le conviniera vivir en una zona muy complicada geográficamente, con un clima adverso y extremadamente lejos del resto del país. El costo de vida en la Patagonia argentina es muy superior al del centro o el norte del país, por lo que sólo con este tipo de incentivos la gente ha estado dispuesta durante estos años a instalarse a esa zona.
Si los incentivos desaparecen, será complicado que siga siendo atractiva y comience a despoblarse. Sólo el turismo internacional podría salvarla, pero la pregunta es: ¿Cuánto empleo podrá absorber?
En Chile no festejan
La novedad no es una buena noticia para el retail chileno, que todos los días venden gran cantidad de productos a argentinos que cruzan la Cordillera en busca de mejores precios y más variedad.
