Los CEOs de Tesla, Elon Musk, Amazon, Jeff Bezos, así como el fundador de Microsoft, Bill Gates, se han distinguido por atraer los reflectores por su forma de liderar circunstancias, momentos, así como sus diversos conocimientos técnicos y de marketing, los cuales fueron esenciales para crear algunas de las marcas más grandes y seguidas del mundo, aquellas que son casos de estudio y que tienen técnicas innovadoras para crear productos.
De acuerdo con Fortune, un buen jefe necesita de un buen equipo de trabajo, es decir, un directivo necesita hacer contrataciones, no solo por sus dominios técnicos, sino que buscan otras habilidades, como relacionarse bien con otros empleados o tolerancia a la frustración. Según Forbes, los buenos mercadólogos comparten los siguientes aspectos, entre los que destacan:
Adaptabilidad. El marketing digital es un campo acelerado, ya que necesita estar en constante evolución y listo para investigar y aprender por tu cuenta, que a su vez significará tener la mentalidad correcta para querer aprender, cambiar y poner nuevas habilidades a prueba. El mercadólogo que no tenga chispa o flexibilidad, estará destinado a rotar de empleo constantemente.
Inventivo. El marketing es un entorno acelerado, por lo que cuando tienes múltiples clientes y múltiples responsabilidades deberás ser capaz de administrar tu tiempo. Y es que un buen empleado tendrá habilidades comprobadas de gestión del tiempo y podrá llevar a cabo sus tareas a tiempo y con poca supervisión.
Detallista. Según parece, las marcas siempre buscan a un empleado de confianza, detallista, así como que preste atención a los detalles, como que lean un artículo 50 veces, 20 revisiones en un sitio web o simplemente preste atención a los colores y especificaciones del follero de un cliente.
Franqueza. Los mercadólogos interactúan todo el tiempo con las marcas o con un grupo extenso de trabajo, por lo que si una persona no se identifica con el equipo, será una señal de que podría no funcionar con el puesto de trabajo a largo plazo. Para ello, las marcas ejercen un periodo de prueba para asegurarse que su capital humano sea “excelente”.