La publicidad y la mercadotecnia son un espejo de lo que sucede en la sociedad, al mismo tiempo que funciona como un constructor del imaginario colectivo. De esta manera, hablamos de disciplinas vivas que desde diferentes trincheras intentan responder a las nuevas normas de convivencia social así como contribuir a la construcción de nuevos valores.
En este juego, uno de los aspectos que durante los últimos años a jugado un rol importante es la representación de los roles de género, en donde tanto el papel de la mujer como del hombre se mantienen en una constante búsqueda por salir de estereotipos que dejaron de ser compatibles con el consumidor actual.
En este sentido, discursos neutrales así como inclusivos referentes al género figuran como una tendencia en el discurso y oferta comercial de diferentes marcas, como respuesta a una tendencia clara que ahora caracteriza al consumidor.
Estimaciones entregadas por Havas Media a nivel mundial, indican que 5 de cada 10 mujeres así como 4 de cada 10 hombres resienten de la forma en que las mujeres se representan en la publicidad, mientras que para ambos géneros esta percepción alcanza un 31 por ciento cuando de la imagen masculina hablamos.
De acuerdo con estudios de Nielsen Compay, el 36 por ciento de los hogares en México los limpia un hombre, frente a un 10 por ciento que prefiere pagar por esta tarea. Asimismo se informa que la decisión de compra de productos de este sector es compartida tanto por hombres como por mujeres. A decir de la Universidad de Cambridge, la adopción de la tarea se debe a hombres que quiere propiciar igualdad de género
De igual manera, el 48 por ciento de las mujeres y el 44 por ciento de los hombres considera que los comerciales de televisión muestran demasiados estereotipos de género anticuados. Responder a estas posturas, es un asunto que va más allá de de la percepción o construcción de imagen, las decisiones de compra entran en juego.
De esta manera, vemos como las marcas comienzan a ser más explícitas en sus pasos para dar respuesta a esta demanda y uno de los casos más recientes, que llama la atención por el target al que va dirigido es Disney.
Un reciente episodio de la serie animada Star vs. The Forces of Evil, creada por Daron Nefcy, para el canal Disney XD, atendió este tema al convertir a uno de sus protagonistas, Marco Díaz, en una princesa llamada Turnida. La adopción de una imagen femenina por este niño es descubierta durante la trama por algunos rasgos físicos propios del género femenino; sin embargo, y lo interesante, son los diálogos que preceden a este descubrimiento.
Personajes secundarios defienden al “niño princesa” con frases como “las princesas pueden tener vello”, “él puede ser una princesa si quiere serlo” o “libertad para decidir”, argumentos que sin duda están a favor de la inclusión y la ruptura de roles de género arraigados.
Esta no es la primera vez que dicha caricatura toca temas relevantes y polémicos en sus episodios; es reconocida también como la primera serie animada enfocada principalmente al público infantil en mostrar un beso entre personas del mismo género.
Es claro que para las marcas abordar temáticas relacionadas con los roles de género es ahora una tarea más compleja que demanda inclusión y líneas de igualdad mucho más marcas.
Estudiar, entender y atender los estilos de vida y necesidades que la actual conformación social trae consigo será asunto vital para crecer en un mercado caracterizado por mayores niveles de competencia relacionada con valores compartidos.
Los consumidores deberán ser comprendidos desde el contenido de su carácter, en lugar desde la composición de sus cromosomas.