Las crisis de comunicación que enfrentan las marcas personales cuando son señaladas por casos que cuestionan sus valores, enciende de inmediato los protocolos de publirrelacionistas y especialistas en imagen pública, con la finalidad de establecer una estrategia que trabaja en conjunto con los medios de comunicación.
Esta norma se ha establecido en proporción con la capacidad que han adquirido las redes sociales, para facilitar la tarea de una imagen pública o complicarla. Pensemos en lo que ocurre en el mercado de medios, donde cada vez se determina la oportunidad que encuentran las marcas personales como la de John Lasseter, uno de los directivos creativos detrás de Pixar.
Lasseter anunció su salida temporal de Pixar, para enfrentar acusaciones por comportamiento incorrecto con mujeres y su partida podría convertirse en un gran tropiezo para Coco, cinta que según Variety logró recaudar 48 millones de dólares en México y 60 mdd en Estados Unidos, en el poco tiempo que lleva en exhibición.
Este incidente también nos lleva a observar cifras de YouGov en las que advierte que los géneros cinematográficos más populares en Estados Unidos son el de acción, comedia y drama, mientras que IHS Screen Digest coloca a Estados Unidos, China y Japón como los mercados cinematográficos más importantes en el mundo.
Los números detrás del mercado de animación
Disney Pixar se ha convertido en una referencia en la industria de medios, debido a su estrategia de generación de contenidos con que cuenta. Un libro que nos ayuda a entender el peso del mercado de animación dentro de la mercadotecnia es To Pixar and Beyond: My Unlikely Journey With Steve Jobs to Make Entertainment History, obra del autor Lawrence Levy en donde describe la historia del estudio de animación y Jobs, quien la adquirió en la década de los 80 tras haber surgido con el nombre de The Graphics Group, propiedad de Lucasfilm.