Cada vez resulta más importante implementar tecnologías que protejan la información en las compañías, pues los equipos infectados significan pérdidas económicas e intangibles, ya que al no poder utilizarlos, los empleados deben ir a casa sin poder generar ganancias para las empresas.
En México, el ejemplo más reciente se centró en el hackeo de la cuenta oficial de Twitter del Partido Acción Nacional (PAN), en la que apareció un mensaje que denuncia que Ricardo Anaya (presidente del partido) “antepone sus intereses a los de nuestro partido”.
¿Quién subió este mensaje contra @RicardoAnayaC en la cuenta oficial del @AccionNacional? Lo bajaron de inmediato pero sería bueno saber si los hackearon o ¿le surgieron más “rebeldes” al dirigente en sus redes oficiales? pic.twitter.com/TqflRY6y6i
— Salvador García Soto (@SGarciaSoto) 18 de octubre de 2017
Esto derivo en acusaciones de Acción Nacional hacia el PRI por dicho hackeo.
Sin embargo, un nuevo caso se hace presente en la nación mexicana, con una institución pública. Se trata de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.
La instancia reportó que hackearon su cuenta bancaria, de la que depende el pago de nómina de los funcionarios, por lo que sería hasta mañana que les puedan depositar su salario.
De acuerdo con la circular SC/DESA/DRH/090/2017, publicada por diversos medios, el ataque ocurrió “ayer minutos después” de haber recibido el depósito para el pago de la nómina.
La Dirección Ejecutiva de Administración “está realizando los trámites administrativos conducentes con la Secretaría de Finanzas para reponer a la brevedad el recurso económico necesario para cubrir esta nómina”.
Es decir, el ataque cibernético puede no sólo impactar en la imagen de una institución o marca, sino en sus fondos económicos, tal como ha ocurrido con recientes casos por medio de redes sociales como WhatsApp, en donde marcas como Heineken o Nespresso han sido objeto de fraudes.
En contraste…
En mercadotecnia todo funciona para promoción, incluso los hackeos, todo depende de la creatividad que se tenga.
El ejemplo más claro es la campaña lanzada por Grupo Modelo en abril de este año, en la que simularon un hackeo para promover sus cervezas por 100 pesos con el hashtag #Promo100.
En redes sociales se difundieron varias imágenes en donde se mostraban alteradas las fotos de perfil y las de portada de las cuentas de redes de la cervecera, incluso un video con el formato que utiliza Anonymous fue difundido por medio de la misma plataforma.