El nuevo Gobierno en Argentina (de Mauricio Macri) ha propiciado, desde que asumió en diciembre de 2015, una fuerte apertura de las relaciones comerciales con el resto del mundo, algo que el anterior (de Cristina Fernández) mantenía con algunas restricciones argumentando el fomento a la producción local.
En ese escenario hay que enmarcar el tratado que firman este jueves Argentina y Chile, que cambiará drásticamente la relación comercial entre ambos países. “Actualmente, las relaciones comerciales bilaterales entre la Argentina y Chile se rigen por el Acuerdo de Complementación Económica 35 con el Mercosur”, explica la agencia oficial Télam.
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— Agencia Télam (@AgenciaTelam) 2 de noviembre de 2017
Ahora, luego de la firma de un Tratado de Libre Comercio que será rubricado por los cancilleres Jorge Faurie y Heraldo Muñoz, de Argentina y Chile respectivamente, la relación será distinta porque el intercambio de bienes y servicios será a “tasa cero”. Algo similar al que tienen hasta ahora los tres países de América del Norte en el TLCAN, discutido por Donald Trump desde que asumió.
Según dijo el embajador argentino en Chile, José Viera Gallo, “hay un enorme camino por delante, sobre todo en la posibilidad de que empresas argentinas se asocien con empresas chilenas y puedan procesar productos alimentarios en Chile, añadirles valor agregado y exportarlos con arancel cero a los 65 países con los cuales Chile tiene acuerdo comercial”.
Canciller Heraldo Muñoz firmó nuevo tratado de libre comercio con Argentina https://t.co/tCOhTRcnkd #CNNChile pic.twitter.com/GyEgo2xgoC
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Precisamente son los TLC que Chile tiene con gran parte del Sudeste Asiático lo que despierta críticas opositoras en Argentina respecto de esta decisión, ya que consideran que de la misma forma que Argentina podría exportar, a través de su vecino, hacia otros destinos, también será al revés. Temen una invasión, a través de Chile y a tasa cero, de un sinnúmero de productos desde Asia, contra los que la industria nacional no podrá competir.
El mayor temor es convertirse en un país cada vez menos industrializado y puramente comercial y de servicios, que genera menos empleo y de menor calidad (y salario) que el relacionado con la producción de bienes. Los empleados con sueldos bajos consumen menos y eso genera un círculo vicioso del que es complicado escapar.
Sin roaming
Por el contrario, entre los beneficios de este TLC, se destaca la decisión de las dos partes de eliminar progresivamente el roaming a ambos lados de la cordillera, lo cual representará un avance relevante en materia de comunicaciones para los turistas y empresarios chilenos y argentinos.
La eliminación será progresiva, ya que existen diferentes tarifas e impuestos en ambos países. Se calcula que para 2020 se podría hablar de una desaparición total del roaming, publicó Emol.