Las elecciones presidenciales en Estados Unidos de noviembre pasado, no sólo sirvieron para que Donald Trump llegara a la Casa Blanca, también para develar una serie de polémicas que acaparan a la opinión pública en ese país: las fake news y el #Rusiagate.
Este lunes la conversación en medios de comunicación y redes sociales (al menos 812 mil tweets relacionados) se llenó con la acusación a Paul Manafort de “conspiración contra Estados Unidos”, entre al menos otros diez cargos, de acuerdo con la BBC.
De esta forma, Manafort, quien fuera director de campaña de Donald Trump durante dos meses es el primero de su círculo cercano durante la campaña en enfrentar el escrutinio judicial como parte de la investigación por la posible (presunta) intervención de Rusia durante los comicios presidenciales.
Luego que se diera a conocer esto, Trump usó su principal arma para llegar al público; Twitter, para publicar una serie de mensajes en los que descalifica las investigaciones y, por el contrario, elige que se investigue a Hillary Clinton.
Sorry, but this is years ago, before Paul Manafort was part of the Trump campaign. But why aren’t Crooked Hillary & the Dems the focus?????
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 30 de octubre de 2017
….Also, there is NO COLLUSION!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 30 de octubre de 2017
No obstante, la imagen del actual presidente estadounidense vuelve a recibir un golpe en pocas horas. George Papadopoulos, otro de sus asesores de campaña se declaró culpable de mentir sobre la existencia de lazos con Rusia.
“A través de sus falsas declaraciones y omisiones, el acusado Papadopoulos impidió la investigación en curso del FBI sobre la existencia de vínculos o coordinación entre individuos asociados con la campaña y los esfuerzos del gobierno ruso para interferir con las elecciones presidenciales de 2016”, subrayó la inculpación firmada por el fiscal especial, Robert Mueller, según citan diversos medios.
El New York Times señala que Papadopoulos, se declaró culpable de mentirle a FBI sobre una conversación con un profesor anónimo con “vínculos estrechos” con el gobierno ruso, que ofrecía datos “sucios” sobre Hillary Clinton.
Este tema también se ha posicionado rápidamente en la conversación de los medios y las redes sociales, al menos 175 mil tweets relacionados. Sin duda, una dura respuesta ante las propias desmarcaciones hechas por Trump en Twitter.
El tema de Rusia y su presunta implicación en las elecciones de Estados Unidos ya traen serias consecuencias, Facebook, Google, Twitter e incluso Snapchat han anunciados importantes cambios relacionados con el monitoreo, permisos y transparencias relacionados con la publicidad política.
No es todo desde el Congreso se impulsa una reforma que buscará auditar este tipo de publicidad en el mundo digital.
Pero, probablemente el impacto más duro sea a la imagen del presidente, una que cada vez se ve más deteriorada en la opinión publica de los estadounidenses, algo sumamente peligroso considerando algunos momentos importantes por las que pasa la presente administración; está por cumplir su primer año de gestión, está re negociando el Tratado de Libre Comercio (NAFTA por sus siglas en inglés) y mantiene una férrea política económica proteccionista y discurso internacional beligerante y al interior sigue la tensión social.