Este viernes es histórico, el Parlamento de Cataluña votó a favor de una declaración de independencia e iniciar un proceso por instaurar una “república catalana como Estado independiente’, algo que no agradó al gobierno de España y contribuirá a la incertidumbre social, así como en el mundo de negocios.
Calificada por el gobierno central como una votación ‘secreta’ e ‘ilegal’, el Parlament firmó la secesión por 70 votos a favor, 10 en contra y dos abstenciones. Una propuesta impulsada desde hace tiempo de manera conjunta por los grupos independentistas Junts pel Sí y la CUP.
El tema explotó en redes sociales con expresiones tanto a favor como en contra. Los hashtags y etiquetas referentes a la declaración independentista catalana inundan la conversación en Twitter.
El hashtag #Parlament tiene más de 43 mil tweets, pero cuando inició la etiqueta superó los 349 post en Twitter, situación similar a la etiqueta República Catalana con más de 108 mil tweets y El Senado con 121 mil. Los hashtags de #Catalonia con más de 50 mil y la etiqueta de Independencia con más de 283 mil postes.
En todas ellas, existe una conversación en la que se distinguen expresiones que promueven y celebran la postura del Parlament, pero también un gran número tanto de catalanes como del resto de España que la califican como ilegal y rechazan la independencia, incluso señalan los riesgos económicos y sociales que podrían devenir.
Cataluña por su independencia
El solo proceso que retomó fuerza desde hace unos meses ha provocado una fuga de empresas de territorio catalán para mudarse a otras regiones de España. Hasta ahora se tiene un registro de más de mil 300 compañías que tomar esta decisión con el objetivo de reforzar su seguridad jurídica y proteger los intereses de los clientes.
De acuerdo con diversos análisis surgidos en las últimas semanas, entre las empresas más importantes destacan que afectarán la economía catalana son las mudanzas de los bancos Sabadell y Caixa Bank, la energética Gas Natural Fenosa, así como la inmobiliaria Colonial, la aseguradora Catalana de Occidente y Abertis, entre ellas representan una pérdida de 2 mil millones de euros para Cataluña en recaudación de impuestos.
Pero eso no es todo, el turismo, una de sus principales industrias ya ha perdido en los últimos meses más del 15 por ciento de flujo, más lo que se acumule en este último trimestre. Aunado a ello, el sector del empleo también podría sufrir serias repercusiones.
Pese a ello, este viernes se aprobó una resolución que tiene dos propuestas independentistas: declarar un “Estado independiente en forma de república”, y abrir un “proceso constituyente” para redactar la Constitución del nuevo Estado asumiendo “el mandato del pueblo expresado en referéndum”, según explica el sitio rtve.
España no cede
Madrid está consiente que podría perder una larga franja costera, una de las más importantes del país; turismo, comercio, actividad portuaria están en juego. Además, Cataluña tiene uno de los aeropuertos más importantes de Europa y en esa región autónoma aún existen importantes inversiones de marcas globales como Seat y Nissan, por citar algunas.
También perdería en el aspecto cultural, educación y deportivo (no sólo el FC Barcelona, hay una importante actividad en la región). Todo eso, sin quitar relevancia a lo más importante; los impactos sociales.
Su respuesta ha sido contundente. Desde el Senado se autorizó (214 votos a favor, 47 en contra y una abstención) al gobierno de Mariano Rajoy a intervenir en Cataluña y aplicar el artículo 155 de la Constitución española.
Rajoy adelantó la reunión con el gabinete de ministros con el objetivo de establecer una estrategia de respuesta y “recuperar la legalidad”.
Pese a la rección, los efectos ya se resienten, el Ibex 35, el principal índice bursatil de España cae 1.45 por ciento tras la declaración de independencia de Cataluña.