Algunas marcas suelen crear conversaciones en sus redes sociales con sus consumidores y cibernautas para conocer sus hábitos de consumo, y con sus respuestas crear nuevos productos o mejorar otros, sin embargo, cuando una compañía decide tomar contenido de un usuario debe seguir una serie de pasos para que evitar eventuales malentendidos.
De acuerdo con Social Media Examiner, una marca debe obtener un permiso antes de utilizar el contenido de un usuario, ya que de lo contrario, una persona podría incluso tomar medidas legales contra una compañía. Las formas de hacerlo son:
Determinar cuándo necesita los derechos. Por increíble que parezca, existen bufetes de abogados, como Digital Right Managment, los cuales se encargan de casos que tienen que ver con “derechos de autor” en publicaciones de usuarios. Vigilan todo, desde música, video, fotos, comentarios, hasta material impreso. Previamente, el modelo de negocio de DRM era para proteger el contenido de las marcas, pero ahora es al revés, éstas quieren utilizar ideas que les dan sus clientes.
No obstante, las redes sociales tienen condiciones de servicio que todos los usuarios aceptan, los cuales incluyen permiso para compartir y mostrar el contenido que publicas en la plataforma, pero eso no significa que una marca pueda utilizarlo, ya que por ejemplo, Starbucks tendría que pedir permiso para usar la foto de un fotógrafo que tiene una cuenta en Instagram, y casi siempre se trata de un acuerdo económico.
Encontrar permisos públicos e individuales. La buena noticia es que se puede proteger los derechos del contenido de los usuarios. Por ejemplo, plataformas como PetSmart monitorean hashtags relacionados con mascotas y cuando encuentran contenido que consideran útil, ponen en contacto a la marca con el usuario para lograr un acuerdo, o bien, investiga si la plataforma otorga permisos a marcas. Aunque parece una medida práctica, el trasfondo es que cuando una compañía le gusta una idea, su ideología de trato es “sí o sí” para obtener un permiso.
Agilizar solicitudes a través de softwares. En ocasiones, las marcas realizan trivias o concursos bajo ciertos hashtags, con el cual los cibernautas otorgan el permiso “implícito” para que usen sus ideas, sin embargo, por ético, siempre es mejor idea solicitar un permiso. No obstante, existen compañías parecidas a DRM, las cuales extraen contenidos en bases de datos privadas y seleccionan las publicaciones para buscar una idea o hashtag, para que posteriormente la marca solicite un permiso al responsable de la idea.