Hermann von der Meden
[email protected]
@hvonder
Hoy en día las compañías piden a gritos que los empleados sean más innovadores, que los procesos sean más flexibles, que las soluciones a los problemas sean más imaginativas, y que la gente esté más motivada y abierta al cambio. En una palabra hablan de ser Creativos.
Irónicamente muchas compañías usan los mismos esquemas de siempre en su actuar diario. Los mismos patrones en la implementación de estrategias, las mismas prácticas y rutinas en la resolución de problemas, las mismas normas que les han “servido” por años. Sin embargo para muchos, la fórmula del éxito de ayer se convierte en el dogma obsoleto de hoy.
Hablan de por qué necesitan creatividad, pero pocas veces hablan de cómo lo van a lograr. Hablan de un cambio, pero para cambiar hay que querer cambiar. Todos la necesitan pero pocos la implementan; saben que es importante pero pocas veces le dan su verdadero valor. Siempre hay algo más urgente que pensar en creatividad.
Quieren diferenciar sus productos o servicios, pero no se atreven a ser los primeros. Muchas veces prefieren seguir caminos (que es lo más seguro y ya está probado) a crear brechas (que suele ser lo que hacen los líderes y osados). Estos, y otros factores, demuestran lo fácil que es echar al cajón la creatividad, para atenderla después.
La creatividad da lugar a ideas nuevas pero también es esencial para transformar esas ideas en una realidad comercial. Si la creatividad llega a ver la luz comercial, entonces es innovación. Por lo tanto, el futuro de cualquier negocio depende de la habilidad para ser creativos e innovar.
Desafortunadamente el comportamiento “normal” de los negocios se caracteriza por la toma de decisiones rápidas. Recurre siempre al razonamiento crítico. Y aquí crítico es la palabra clave. El análisis a menudo implíca un elemento de crítica a lo nuevo. Negocios donde el pensamiento análitico tradicional coarta y los sistemas acartonados dictan el diario acontecer.
Salga de su área de comodidad. Resuelva sus problemas de una manera diferente.
Einstein decía que los problemas no se pueden resolver pensando dentro del marco en el que fueron creados. Por ello aprenda, yo diría atrévase, a romper las reglas. A salirse de lo convencional y de cualquier marco de referencia. A ser creativo.
Puede ser Creativo rompiendo las reglas de muchas formas y cada una abre la puerta a una perspectiva fresca o una idea nueva. Cientos de productos han dado un vuelco por pensar diferente. Por convertir lo que aparentemente es una debilidad, en una fortaleza o un fuerte diferenciador.
Un par de ejemplos son:
-Heinz, la famosa salsa de tomate, encontró en su caracteristica de espesa y difícil de verter, un beneficio. “Si sale con demasiada facilidad debe ser una salsa de mala calidad”.
-Mazda en los 80´s, se propuso pensar diferente e invertir el proceso y creó el Miata (deportivo de 2 plazas), mientras la competencia se concentraba en la moda de los autos familiares.
Como puede ver se puede ser creativo desde la estrategia, el brief o desarrollo de producto y no esperar a que la agencia llegue con sus “locuras” a resolver los paradigmas.