Después de acusaciones que apuntaban a que promovió y permitió las noticias falsas durante la elección presidencial de Estados Unidos, Facebook terminó por reconocer que Rusia promovió las fake news y que usó Facebook Messenger para implementar una campaña de desinformación y que la compañía de Mark Zuckerberg no se dio cuenta.
Quizá por contar con más de 2 mil millones de usuarios en el mundo y aceptar que Rusia implementó una campaña de desinformación en sus narices, Facebook ha tenido que reconocer sus errores. Así lo hizo al rotativo estadounidense, New York Times, donde reconoció que los anuncios rusos alcanzaron a 10 millones de personas en la época de elecciones.
El jefe de seguridad de Facebook, Alex Stamos, aseguró que interrumpieron la campaña de desinformación rusa y después lo comunicaron a las autoridades, además de realizar una investigación por su cuenta, por lo que tuvieron que bloquear de forma temporal algunos enlaces de WikiLeaks porque formaron parte del “correo no deseado, aunado a que varios enlaces eran para sitios de phishing y spam malicioso.
En tanto, Stamos reconoció que los mensajes y noticias compartidos en la red social “son tantos” que no es posible detectar una campaña de desinformación, incluso cuando tienen un algoritmo que revisa millones de anuncios de forma semanal. Respecto a la contratación de mil personas para revisar campañas de marketing político, la red social precisó que aún trabajan en ese modelo de esos nuevos moderadores, ya que enfocarán sus labores en algunas regiones de Estados Unidos, Europa y Asia, incluyendo Rusia y China.
Asimismo, Facebook reconoció que no han comunicado ni explicado a los anunciantes sobre las nuevas medidas de revisión sobre anuncios que involucren política, religión, etnia o asuntos asociales, tampoco han acordado nuevas directrices. Además, continuarán con su estrategia de enumerar “historias de éxito” de campañas políticas que han utilizado la publicidad de Facebook para aumentar la participación, pero de modo más cuidadoso y con la ayuda de las mil personas que revisarán estratégicamente las publicaciones solo del segmento político.