Desde hace unos cuantos años vemos cómo los blockchain y las criptomonedas como el Bitcoin ganan mucha popularidad y aceptación entre los consumidores, esto, aunque suene disparatado, podría ser el inicio de un cambio radical en el sistema económico a futuro.
Aunque hay diversos países y especialistas que se han declarado abiertamente en contra a las ‘monedas virtuales’, los casos de China y Rusia son los más importantes, la inevitable tendencia de crecimiento del e-commerce y la adopción de este tipo de monetización (incluso por gobiernos) son los primeros síntomas de que el cambio es real.
Ejemplo de ello es lo que sucede en algunas de las ciudades más importantes del mundo o países como en Suecia, donde los residentes han comenzado a olvidarse del dinero en efectivo para apostar por modelos más seguros y funcionales, como los pagos móviles y las criptomonedas com el Bitcoin.
De acuerdo con un informe publicado por el Banco Central de Suecia (Riksbank), los retiros de dinero en efectivo en cajeros automáticos se contrajeron un 30 por ciento entre 2011 y 2015. En contraparte, los pagos por medio de tarjetas de crédito y débito se incrementaron cerca del 50 por ciento.
De hecho, las tendencias marcan que el dinero en efectivo podría desaparecer en Suecia para 2023, para adoptar modelos completamente digitales, al menos eso indica un reciente reporte dirigido por los investigadores Niklas Arvidsson de KTH y Jonas Hedman de la Copenhagen School of Economics.
El estudio que incluyó un sondeo por los principales retailers suecos, reveló que aproximadamente la mitad espera dejar de aceptar efectivo para 2025. De hecho, aunque la mayoría de establecimientos en el país aceptan pagos en efectivo, las tarjetas de crédito y diviso se ha convertido en la principal forma de pago de las personas.
“Para nosotros, no es un problema que el dinero solo sea visible en un sitio de Internet, confiamos en él”, afirma Arvidsson, uno de los investigadores citado por futurism.com.
Pero, las tarjetas bancarias no es la única opción, la tendencias de las apps crece. Según información publicada por la BBC, en Suecia opciones como Swish, un sistema de pago por celular alcanzan una penetración de más de la mitad de los 10 millones de habitantes de ese país.
“Los consumidores suecos estamos muy interesados en las nuevas tecnologías, así que las adoptamos rápido”, afirma Niklas Arvidsson, profesor del Instituto Real de Tecnología de Estocolmo, citado por el medio británico.
Esta facilidad con la que se abren a nuevas tecnologías es lo que deja una ventana abierta para los blockchain y opciones como el Bitcoin que recientemente superó la barrera de los 5 mil dólares por unidad.
Según analistas, el Riksbank analiza la posibilidad de introducir una forma puramente digital de dinero respaldado por el gobierno, entre ellas, surge la especulación si podrían usar una tecnología similar a la de Bitcoin subyacente.
Los cuestionamientos no son un disparate, las monedas virtuales ganan presencia en el mundo, mucho tiene que ver el mobile y el e-commerce. Un estudio publicado recientemente por la firma de investigación Roubini ThoughtLab, encargada por Visa, señala que la “madurez digital” se hace manifiesta en algunas ciudades de mercados más desarrollados.
De acuerdo con el estudio que se basó en encuestas con consumidores y empresas, así como con datos del Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), muestran que las ciudades más “maduras digitalmente” incluyen metrópolis como Estocolmo, Auckland, Canberra, Copenhague, Helsinki, Londres, Ottawa, Sydney y Toronto. Sólo las principales ciudades de Estados Unidos (entre los principales mercados) señalan una tendencia que aún prefiere el uso de efectivo.
Si bien, hasta ahora los resultados muestran que sólo las economías más fuertes son las que se muestran abiertas a adopta formatos como el digital aún faltan algunos años para que se masifique, en especial en países como México. Sin embargo, el intentar bloquerlas o limitarlas sólo dejará a los países o comercios fuera del mercado global.