Al igual que Facebook, el motor de búsqueda más grande del mundo, Google también admitió que difundió páginas desde su plataforma que contenían propaganda rusa durante las elecciones presidenciales de Estados Unidos, lo cual mete en aprietos a la compañía, siendo que más del 50 por ciento de sus ingresos provienen de la publicidad digital, lo cual la obligaría a rediseñar sus algoritmos de propagando política o contratar personal humano para detectarlas.
Antes de testificar en el Congreso de Estados Unidos, al igual que Facebook, el próximo 1 de noviembre, Google también admitió que difundió propaganda de Rusia, ya que funcionarios estadounidenses declararon que Rusia engañó a todas las plataformas de tecnología para desinformar a los lectores en épocas electorales, debido a que los anuncios fueron bien pagados, aunque hasta el momento se desconocen los montos.
En el caso de Google, Youtube y Gmail fueron los más usados por Rusia para su campaña de desinformación, mediante una red de anuncios DoubleClick. De acuerdo con el Washington Post, dichos resultados desmentirían las versiones de Google de que había reajustado sus algoritmos para no dejar que propaganda extremista se anunciara en sus plataformas.
Hasta el momento, la investigación de Google ha identificado 4 mil 700 anuncios de búsqueda y de visualización que cree puedan estar vinculados a Rusia, cuyo valor ascendería a 53 mil dólares de propaganda rusa a través de proveedores de internet rusos.
Para la Cámara de Representantes, la presencia de Rusia en los medios de comunicación estadounidenses sigue creciendo de tal manera, que Estados Unidos no alcanza a comprender el grado de “cuán expansiva puede ser esa propaganda”.
Cabe recordar que Facebook tomó cartas en el asunto y contrató a mil personas para detectar manualmente propaganda rusa en sitios web de Estados Unidos, e incluso aceptó que detectar noticias falsas, fake news “es muy difícil”.