Una vez que se sabe que el logotipo es el símbolo formado por letras y que generalmente está formado por el nombre de la compañía, es fácil identificar el logo de algunas compañías con diseños muy famosos.
Por ejemplo, Apple o Adidas, son dos de las compañías con los logos más recordados de acuerdo con el estudio “Branded in Memory” de este año.
Sin embargo, algunas compañías buscan promover la imagen de la marca para que los consumidores la recuerden con mayor facilidad, crear una imagen o de plano buscan cambiarla, entonces deciden hacer concursos en los que invitan al público a enviar sus diseños, pero ¿será buena idea?
Izzi pone el ejemplo con algunos desastrozos logos enviados por los participantes, que más bien representaban una crítica y no se afiliaron tanto al sentido de la convocatoria de la firma, o simplemente eran bastante raros:
Después, la empresa también se enfrentó a uno de los factores que indican que probablemente no sea tan buena idea someterse a estos concursos: el resultado. Y es que nunca se van a tener contentos a todos con la selección de los finalistas o ganadores.
Otro ejemplo de los retos que el estratega puede encontrar lo pone el caso del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), pues las cosas no resultaron tan positivas como se pensaba. Mientras los diseños eran muy divertidos, no tenían mayor relación con lo que se pedía, por lo que el jurado concluyó en definitiva declarar desierto el presente concurso.
Haciendo a un lado los aspectos negativos, lo cierto es que los concursos de esta índole promueven que el consumidor se fije en los detalles del logo y promueve que la marca sea recordada, por ello a las compañías les parece una idea positiva y no cesan de realizar estas acciones.