El Protocolo de Montreal en sus 30 años de existencia ha logrado la eliminación del 99 por ciento de los productos químicos que agotaban la capa de ozono, según señaló el secretario del Fondo Multilateral del Protocolo de Montreal, Eduardo Ganem.
La comunidad científica considera que si el Protocolo de Montreal mantiene el cronograma y los compromisos para reducir las sustancias químicas que han agotado la capa de ozono, esta se podría recuperar para mediados del siglo XXI.
Según una simulación que hizo pública en el 2009 el Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA, si no existiera el Protocolo de Montreal, en el 2065, dos terceras partes del ozono atmosférico habrían desaparecido y los rayos ultravioleta serían tan fuertes como para causar quemaduras graves en cinco minutos llegando a provocar cáncer a plantas, animales y humanos.
Ganem indicó a la agencia Notimex que los avances y el éxito de este protocolo son evidentes; sin embargo, el mundo y los gobiernos de los países tienen un nuevo reto hacia el futuro, y este es ratificar el Protocolo de Kigale que se adoptó en octubre del 2016, durante la 28 reunión de las partes del Protocolo de Montreal.
El principal compromiso “hacia el futuro es ratificar el Protocolo de Kigale, que implica la eliminación de sustancias, que no están afectando la capa de ozono, pero que si están perjudicando muy negativamente los cambios climáticos”, sostuvo el director del Fondo.
Explicó que en el 2016 en Kigali, capital de Ruanda, “los gobiernos tomaron el compromiso de asistir a la industria de los países en desarrollo para eliminar estas sustancias que afectan el cambio climático y la primera fase del calendario es lograr la ratificación del Protocolo de Kigali para que este entre en marcha”.
“Esperamos que en un futuro muy cercano un mayor número de países continúen ratificándolo”, sostuvo.
La Enmienda de Kigali busca a eliminación gradual de los HFC (Hidrofluorocarbonos), utilizados como sustitutos de las sustancias alternativas a las sustancias agotadoras de ozono, por otras que no sólo la conserven, sino que potencien su recuperación.
Los países deben tomar medidas para lograr la reducción en el consumo de estas sustancias químicas fluoradas porque si bien no dañan la capa de ozono, tienen un importante impacto en el calentamiento global.
Las alternativas el protocolo
El Protocolo de Montreal a través de la Enmienda de Kigali, busca prevenir hasta 0.5 grados centígrados de calentamiento global para finales de este siglo gracias a la eliminación progresiva de los HFC y este es el gran reto que tiene la comunidad internacional con su ratificación.
Ganem valoró los esfuerzos que están haciendo todos los países comprometidos con el Protocolo de Montreal para enfrentar los problemas ambientales en el mundo y en particular el agotamiento a la capa de ozono que tiene serias consecuencias para la naturaleza y la salud de la población.
El Fondo Multilateral, dijo, se ha convertido en un mecanismo financiero clave para proporcionar asistencia técnica y financiera para garantizar que las industrias en los respectivos países puedan operada cada vez mejor con tecnologías nuevas, innovadoras y limpias para no destruir la capa de ozono y mitigar los efectos del calentamiento global.
América Latina está comprometida con el Protocolo de Montreal y cada día sus industrias entran a la dinámica de las nuevas tecnologías e innovación para proteger el medio ambiente, y en particular la capa de ozono, refirió.
En cuanto a los últimos acontecimientos como la temporada de huracanes y los terremotos en México, el experto mexicano planteó que este tipo de fenómenos naturales “han ocurrido a través de la historia desde que fue la creación de la tierra”.
“Hay que tomar en cuenta que los efectos son mayores por que la población mundial cada día está más concentrada en zonas urbanas. Hoy más del 50 por ciento de la población viven en ciudades y cualquier desastre que afecte una zona urbana los efectos son mayores”, explicó.
Pero también “los cambios ambientales que se han presentado en el mundo hacen que estos fenómenos naturales tengan una intensidad mayor que nunca antes se han visto”, puntualizó.