Los eventos son uno de los principales instrumentos del marketing. Si se realizan bien, se convierten en una marca valiosa. Pero si se hacen mal puede volverse mala fama a nivel internacional, especialmente en esta época de social media.
En Nueva York, el sábado pasado se realizó un evento llamado Pizza Festival, en Brooklyn, cerca del área de Williamsburg. A los asistentes se les prometió poder probar deliciosas pizzas con distintos ingredientes y de diferentes tipos.
Los boletos del Pizza Festival costaron entre 39 y 75 dólares.
El evento cobró relevancia porque algunos usuarios compartieron en redes sociales lo que realmente sucedió: era un estacionamiento con un par de carpas y a cada asistente se le dio un pequeño pedazo de pizza fría, luego de hacer largas filas.
Días después de que comenzaron las quejas, los organizadores del Pizza Festival anunciaron que reembolsarán los boletos a todos los asistentes.
Hacer un evento exitoso no es tan sencillo. Se requiere de planificación, preparación y un conocimiento de lo que esperan los consumidores.
Semanas atrás el festival Fyre cobró notoriedad porque fue un fracaso total. El evento destinado a jóvenes de altos ingresos no cumplió con las mínimas expectativas y hasta recibió demandas colectivas por parte de los asistentes.
