El mercado de fast fashion retail se ha extendido como una apuesta con que las marcas han buscado mayor interacción por parte de las audiencias, al contar con una enorme cantidad de puntos de venta, generación de contenidos en redes sociales y la colaboración con influencers que ha marcado un rumbo definitivo.
Dentro de estas acciones hemos visto diversas apuestas que se integran de manera definitiva en el mercado, al encontrarnos con mayor número de resultados , por la implementación de las herramientas digitales.
Prueba de ello es la capacidad que han encontrado marcas como Zara, que han basado el éxito comercial de su cadena en prendas que se han viralizado en redes sociales.
Ejemplo de ello ha ocurrido con la famosa chamarra amarilla que se transformó en una interesante acción con que la marca se ha interesado por generar.
De manera alterna hemos encontrado nuevas apuestas por parte de marcas como Uniqlo, que lanzaron una vending machine con la que comenzaron a comercializar prendas, para permitir al consumidor ya no verse obligado para acudir a una tienda de la cadena y por el contrario, realizar su compra a través de estas máquinas.
Esta apuesta con que marcas buscan acercarse al consumidor a través de nuevas terminales de compra se han convertido en una constante, que genera experiencias con el consumidor.
Prueba de ello lo hemos encontrado con marcas como Moët & Chandon, cuando comenzó a vender botellas de champaña a través de estas máquinas.
Otras apuestas de este tipo las han buscado marcas como Nissan, que han logrado a través de sus concesionarios, encontrarse ante consumidores de una manera realmente innovadora, como la es construir una enorme máquina que ofrece el vehículo cuando el comprador acude a recogerlo.
Aspecto de la vending machine de Uniqlo:
Así es la “vending machine” de Uniqlo. Van a colocar varias en los aeropuertos pic.twitter.com/oRedlAf9Ss
— Federico Aikawa (@fedeaikawa) 22 de agosto de 2017
La vending machine de Moët and Chandon:
La vending machine de un concesionario de Nissan: