Las colaboraciones de marca son una apuesta sumamente exitosa en el mercado, por la sorpresa que provocan en el consumidor.
Como parte de esta apuesta, las marcas han buscado llegar a nuevos segmentos de la mano de productos que lideran en estos nichos, mientras que otros han buscado generar nuevas experiencias como marca.
Una forma de mirar estas acciones nos lleva a observar la reciente colaboración de Karl Lagerfeld con Vans.
El diseñador de Chanel, una de las marcas de lujo con mayor valor, al alcanzar los 11 mil 19 millones de dólares, esto de acuerdo a estimados de Millward Brown, Kantar Worldpanel y Bloomberg.
Las colaboraciones entre marcas de alto costo y las que están dirigidas a mercado masivo, como el fast fashion reatil, han encontrado en estos brazos musculosos, una apuesta definitiva para lograr acciones orientadas a lograr estrategias comerciales exitosas.
Basta con observar el papel de cadenas como H&M, cuando han lanzado colaboraciones con diseñadores como Versace, Balmain o Kenzo, el trabajo ha determinado el interés de los consumidores en función de las ediciones especiales, haciendo de esta línea de productos, una línea comercial sumamente exitosa, sobre todo en la era de redes sociales, donde estos canales sirven como grandes plataformas de comunicación.
Con base en ello, nos encontramos cada vez más con consumidores interesados en experimentar a las marca de alto costo.
Como hemos visto en este escenario, el mercado de moda ha sabido entender el papel no solo de las marcas personales de los grandes diseñadores, sino de las marcas comerciales.
Los diseñadores han encontrado en esta pauta, convertirse en poderosos creativos que se hacen responsables de lograr resultados estratégicos en los productos que diseñan.
Para entender este mercado, es indispensable descubrir la posibilidad con que cuentan los mercadólogos, en un instante en que las acciones en redes sociales y el comercio electrónico se encuentran dispuestos a participar en mayor proporción dentro del mercado.
