El marketing político se encuentra en un momento desafiante, pues ahora las crisis de marca se amplifican de manera inmediata, ante la capacidad masiva de las redes sociales.
Esto ha determinado la evolución hacia conceptos como el marketing político digital, donde ahora el campo de acción exige de los mercadólogos que concentren la mayor parte de su tiempo en redes sociales.
Con el marketing político digital en crecimiento, resulta cada vez más determinante contar con profesionales capaces de lograr actividades dentro de redes sociales, con papeles como el de RP2.0, una profesión que se ha consolidado como una alternativa a la que los mercadólogos se han obligado a contar con mayor campo de acción en el área.
Ejemplo de lo anterior ocurrió con el despido de Steve Bannon de la Casa Blanca y el impacto que esto ha tenido en la marca personal de Donald Trump.
La salida de Bannon se convirtió en tendencia dentro de redes sociales y la lectura que se desprende de su partida, apunta en todo momento a la capacidad que Trump tiene como político, en un instante en que su administración se ha visto afectada por la salida de CEOs de puestos que ocupaban como consejeros y su posicionamiento tras una crisis intestina en Estados Unidos, con las protestas racistas en Charlottesville, Virginia.
A detalle.
– La aprobación del trabajo de Trump llegó al 34 por ciento, de acuerdo a cifras proyectadas por Gallup, lo que a decir de la firma, alcanza un nuevo negativo para el mandatario estadounidense.
– Trump se ha convertido en una interesante tendencia dentro de los motores de búsqueda de Google, donde la segunda y tercera consulta relacionada son las noticias y su cuenta de Twitter.
– La capacidad de Trump como presidente de Estados Unidos ha hecho que se cuestione las actividades que encabeza como sus pronunciamientos sobre Corea del Norte, el discurso que ofreció sobre Charlottesville, Virginia, donde no condenó las protestas racistas y el descontrol que mantiene al interior de su gabinete, hecho que en conjunto se ha convertido en una apuesta negativa que pondrá a prueba a sus estrategias de redes sociales y marca personal.