Como marketing B2B se entiende como una transacción comercial basada en el intercambio de productos y servicios de negocio y negocio, mientras que B2C se trata del negocio al consumidor final.
De acuerdo con Forbes, vender mediante estrategias B2B contra B2C es más que vender al mayoreo, ya que muchas empresas compran productos a granel de sitios como Sam’s Club y Costco, es decir, tomas la decisión de ser un proveedor B2B o B2C le brinda a los directivos de las tiendas una modalidad de hacerlo dos veces.
En las tiendas retail, ser un proveedor B2B significa vender grandes cantidades de productos en grandes puntos de venta, por lo que los negocios compran en miles de unidades, por lo que los consumidores que compran más unidades o en grandes cantidades pagan menos por unidad, es decir, en ocasiones, las cadenas apoyan su mismo negocio al explotar otras áreas, como venta de productos nuevos. Ser un proveedor B2C significa proporcionar productos o servicios para satisfacer necesidades.
En la comercialización de productos a otras compañías, las marcas buscan ahorrar costos en la compra de productos, por lo que si las tiendas se basan en el e-commerce, éstas encontraron la ventaja de vender mediante B2B y B2C y el reconocimiento de cómo sus productos pueden ser beneficiosos para ambos jugadores.
Y es que algunas marcas utilizan distintas formas de comercializar mediante ambas estrategias, como el tener dos sitios web, uno para B2B y otro para B2C o dos para una estrategia, por lo que los clientes corporativos conectados al sitio tendrán exclusivo a precios únicos. Dichas estrategias ocasionan que los objetos o productos se adquieran a precios bajos, lo cual puede hacer que sea complejo ser un distribuidor en algún momento, ya que queda “desprotegido” entre la especulación, y al final opta por ofrecer una variedad de producir productos similares, por lo que las compañías terminan beneficiándose dos veces.