La rusa Olga Pronina, la instagramera y motociclista que presumĆa cada dĆa sus video historias sobre velocidad y motocicletas muriĆ³ de una forma aterradora al momento de grabarse en uno de sus trucos a toda velocidad. Ayer que vi la nota en un periĆ³dico de Europa, perdĆ el sueƱo y no parĆ© de preguntarme si esta dramĆ”tica muerte hubiese ocurrido hace tan sĆ³lo 5 aƱos. QuizĆ” serĆa imposible y muy poco probable.
No nos sonaba nada Instagram y mucho menos nos preocupaba estar constantemente generando contenido fresco para mantener nuestro perfil candente y atractivo para los demĆ”s. Ayer, despuĆ©s de conocerse la nota en lo medios mĆ”sĀ importantes de Europa, Instagram cerrĆ³ el perfil personal de Pronina sin dar ninguna explicaciĆ³n y es que no era necesario, no se puede culpar a nadie mĆ”s que a la atractiva rusa de estar grabĆ”ndose mientras conduce mientras hace piruetas y acrobacias en una de sus muchos modelos de motocicletas.
Olga Pronina logrĆ³ convocar a mĆ”s de 200 mil seguidores en su cuenta de Instagram. MantenĆa constantemente muy activa su cuenta, publicaba historias con diferentes modelos de motocicletas de pista. Mucho ayudaba que era una rusa muy atractiva y sensual. Era el reflejo de una vida plena y completa. Una mujer atractiva, aventurera y carismĆ”tica. Trabajaba muy bien su cuenta, con mucho oficio y constantemente nos inspiraba a otros amantes de las motocicletas para grabarnos todo los dĆas y contar lo que es disfrutar de la libertad de las motos.
No quiero sonar como un āMoralinoā, anticuado o un romĆ”ntico analĆ³gico del siglo pasado. Pero nos lo han dicho mucho y tienen razĆ³n. Lo que pasĆ³ ayer con Olga me obliga a reflexionar quĆ© nos estĆ” pasando y quĆ© falta que nos siga pasando con tanta vida digital por todas partes. Tenemos presidentes de potencias mundiales que bluffean constantemente en Twitter y al final no estĆ”n haciendo o actuando en nada y nos hemos creĆdo durante casi un aƱo sus historias digitales.
Por otro lado, muchos se enamoran de otro por medio de una cortina digital inexistente en la realidad offline. Sin duda es la realidad de las realidades. Que nos hace perdernos lo que estĆ” pasando y no es que la realidad online sea inexistente o la realidad offline sea mĆ”s real que otras. Error es perder la conciencia entre las realidades y la nociĆ³n real de entre todas ellas. Perderse sin poder recuperarse, ĀæQuĆ© vale mĆ”s, una historia en Instagram o una vida offline completa? La respuesta estĆ” en el aire y no necesariamente lo mĆ”s moral es lo correcto. Y es que no existen respuestas correctas como en los exĆ”menes de conciencia convencionales.