Durante los primeros seis meses del año la economía mexicana registró un comportamiento positivo derivado de diversos factores, desde resultados positivos en indicadores como la creación de empleo, aumento en remesas, fortalecimiento del peso así como resultados históricos en valores bursátiles.
De este modo, la confianza del consumidor se incrementó, es decir, los mexicanos se mostraron optimistas con la evolución de la economía y por lo tanto decidieron gastar dinero en lugar de ahorrarlo.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) y del Banco de México (BANXICO), el índice de Confianza del Consumidor al mes de julio presentó un crecimiento de 1.8 por ciento en comparación con el mes inmediato anterior.
De tal modo que, al cierre de junio de 2017, el crédito de consumo se expandió 10.4 por ciento al alcanzar un saldo de 928 mil millones de pesos, cantidad que representa al 20.8 por ciento de la cartera total. En tanto, el crédito otorgado a través de tarjetas de crédito aumentó 10 por ciento en términos anuales y se ubicó en 364 mil millones de pesos, según información de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
De igual forma, el regulador señaló que BBVA, Bancomer, CitiBanamex, Santander, Banorte, Inbursa, HSBC y Scotiabank concentraron más del 90 por ciento del total de saldo de todas las tarjetas de crédito que se utilizaron en el primer semestre del año.
Asimismo, la CNVB detalló que el índice de morosidad de la cartera de crédito se situó en 2.11 por ciento, esto significa 0.33 puntos porcentuales menos que en el mismo mes del año pasado; en tanto, la morosidad en la cartera comercial disminuyó 0.46 puntos porcentuales al ubicarse en 1.23 por ciento.
El repunte en el uso de las tarjetas de crédito se dio en 2016, cuando los bancos emplearon una estrategia al interior de sus instituciones, es decir, no salieron al mercado a ofertar los plásticos, sino que se valieron del conocimiento en el comportamiento de sus clientes para ofrecerles a ellos una tarjeta que se adecuara a sus necesidades.
Aprovecharon este recurso para ofrecer una experiencia personalizada en un producto que está pensado para una oferta masiva, en opinión de la analista financiera de Fitch Ratings, Verónica Chau, para El Universal; los bancos, a partir de 2016, retomaron la colocación de tarjetas de crédito, pero 80 por ciento enfocado en su base de clientes, “Por eso estamos viendo crecer tarjetas desde el año pasado en una economía que tiene bajo nivel de inclusión financiera”.
En el país aún existe una necesidad de crédito, es evidente que los bancos no son los únicos competidores en este mercado, las tecnologías financieras (Fintech) representan otra opción para las personas, sin embargo, la estrategia que se utilizó por los bancos para elevar la presencia de sus productos resultó exitosa debido a la correcta lectura de las necesidades de sus clientes, esto a pesar de que se incrementó en al menos dos puntos porcentuales el costo de los plásticos.