Las personalidades más estrictas y dedicadas suelen tener facilidad para emprender proyectos profesionales que conlleven riesgos y fracasos, que no todos están dispuestos a aceptar. Para analistas en psicoanálisis, nuestros hábitos son determinantes para definir el potencial intelectual y económico.
De acuerdo con Clemson South Carolina, las personas proactivas y con iniciativa suelen convertirse en exitosas porque “la mayoría de las personas solo hacen lo que se les pide”, es decir, “el mínimo”, o bien, necesitan instrucciones específicas sobre la mayoría de las cosas que hacen.
Mientras tanto, las personas con iniciativa se involucran en causas y no necesitan ser manejados en todas las cosas, es decir, son las personalidades que suelen emprender e iniciar negocios, además de que sus rasgos de personalidad les lleva a hacer preguntas todo el tiempo, emitir recomendaciones y ofrecer ayuda.
Concretamente, ser exitoso requiere ser proactivo y no esperar recompensas, es decir, iniciar “un ataque” que no es “en defensa propia”, o activo. Y eso lo conocer las grandes marcas, quienes tienen selectos puestos para pocas personas, cuyos lugares serían difíciles de reemplazar.
Al parecer, las conductas forjan al emprendedor que un día se convertirá en una persona exitosa. Según GOBanking Rates, la mitad de los adultos no tiene el “suficiente dinero ahorrado”, es decir, fueron empleados convencionales, por lo que en su etapa del retiro no tienen el dinero suficiente para cumplir sus necesidades básicas o emprender.