La constante evolución de las industrias, mercados, segmentos y nichos nos orilla cada día a buscar formas más eficientes y especializadas de satisfacer las necesidades de nuestros clientes.
Desde la mejora de productos o servicios existentes, hasta saber satisfacer necesidades emergentes generadas por nuevos hábitos y avances tecnológicos, siempre hay algo que nos empuja a replantear la forma en la que hacemos las cosas.
La creatividad es la capacidad y/o proceso de crear y producir cosas nuevas y valiosas, de saber integrar ideas y cosas existentes para llegar a conceptos nuevos y así satisfacer necesidades en una forma original.
Cualquier desarrollo o avance relevante en cualquier mercado o industria o, en la misma sociedad, siempre ha sido precedido por una enorme dosis de creatividad bien dirigida.
Ser una persona creativa no sólo implica el “tener muchas ideas”, sino más bien saberlas nutrir, estructurar, dirigir e implementar.
El proceso creativo se puede dividir en diferentes pasos. Algunas personas lo dividen en 4, otras en 5, otras en 7. En realidad, en todos los casos, los lineamientos llevan al mismo lugar, simplemente de forma más o menos condensada.
A continuación, te menciono los 5 pasos que considero importantes para integrar el proceso creativo, ya sea en tu trabajo, en una junta o en tu vida personal:
1) Preparación
Como su nombre lo dice es la fase en la que debes inducir el tópico principal acerca del cual quieres incubar ideas. Se trata de sumergirse, recopilar e investigar información acerca de lo que quieres trabajar. Entre más información relevante directa y alternativa consigas, mejor material tendrás. Cabe mencionar aquí que la creatividad no solo siempre se desarrolla explorando un solo tema, sino que se puede enriquecer enormemente cuando se intercalan temas relacionados o incluso no relacionados. Los resultados pueden ser muy interesantes más adelante.
2) Incubación
Aquí ya se junta y se estructura toda la información recopilada. Se estudia y se comienza a asociar. Los conceptos se vinculan y las ideas comienzan a surgir. Se les permite pasar al subconsciente y se quedan ahí procesándose por el tiempo que se requiera. Cabe mencionar que el tiempo es muy variable, porque es como armar un rompecabezas. Hay veces en que la última pieza tarda tiempo en llegar y no lo podemos completar hasta que consigamos esa última pieza.
3) Revelación
Es cuando logramos terminar de armar el rompecabezas. Es ese momento en el que finalmente se puede ver con claridad el concepto deseado. En realidad es la derivación directa de los pasos anteriores, pero eso no deja de hacer que sea extremadamente importante. Lo más importante es que cuando llegue, estés muy listo para anotar todo a detalle, porque hay ocasiones en las que los conceptos pueden ir y venir y si lo dejas pasar, al recordarlo puede ser que no tengas la misma claridad.
4) Evaluación
No todas las revelaciones son “grandes ideas”. Es importante, una vez que se tiene la idea o concepto verla de forma objetiva y reflexiva. Evaluar la idea y determinar la capacidad de implementación es crucial para saber cuántos recursos invertir en la idea. Todos, muchos, algunos, pocos o nada (descartando la idea). Evaluar la idea implica también exponerla a otras personas involucradas con cuya retroalimentación se puede determinar de manera más rica y certera la viabilidad de la idea.
5) Elaboración
Como bien lo dijo Thomas A. Edison. Los grandes desarrollos son 1% inspiración y 99% transpiración. Aquí es donde realmente salen las dificultades para implementar. Es por eso que la fase de evaluación es tan importante. Entre mejor evaluemos, menores incógnitas tendremos en la elaboración.
Como verás integrar un proceso creativo a tus actividades puede ser sencillo. Lo que generalmente marca la diferencia es la capacidad que tengas para implementar lo que concibes.
¿Cómo estimulas tu creatividad? ¿Conoces otras formas de desarrollar tu pensamiento creativo? Seguiremos platicando de éste y otros interesantes temas en la próxima semana.
Te invito, mientras, a participar en este espacio y a seguirme en Twitter @CarlosLuer. Nos seguimos leyendo por aquí.