Por branding empresarial se comprende como la labor de un directivo, fundador o CEO para administrar de forma estratégica al personal de la compañía, tomando las decisiones que puedan generar empatía, reconocimiento y lealtad por parte de los empleados, postura que termina por posicionar a la compañía y volverla tendencia.
Aunque no es una práctica reciente, tampoco es añeja, ya que desde hace pocos años se ha vuelto tendencia observar a CEOs tomar decisiones a favor de sus empleados sin importar que afecte la productividad de su compañía. Sobran casos, pero es la industria tecnológica y automotriz las que dominan dichas estrategias.
Recientemente, el consejero delegado de Citigroup, Michael Corbat, renunció a su despacho, es decir, oficina personal, por un cubículo, como el de cualquier empleado de la compañía.
Pese a su posición de CEO, Corbat refirió que no tiene una oficina porque “no es alguien especial”, sino todo lo contrario, es “un empleado más” y por ello tiene un cubículo. En declaraciones a NBC, apuntó que conectar con sus empleados solo lo lograría en un ambiente similar, y defendió su acción, ya que incrementará la “comunicación corporativa”.
Para el CEO de Citigroup, en un día a día donde los trabajadores utilizan redes sociales y mensajería instantánea, posicionar su asiento junto a ellos es un modo de comunicación “constructiva”, ya que acciones como esa se transmitirían a sus 200 mil empleados.
Además, el CEO defiende su filosofía de empresa libre de puertas, donde la información fluye, donde los espacios sean compartidos, lo cual mejora el clima laboral y agiliza la duración y optimización de las juntas.
La acción de Citigroup recuerdan a las acciones del CEO de Tesla, Elon Musk, quien respaldó recientemente a un grupo de empleados de su planta de California, los cuales se lesionaron en jornadas laborales, y aseguró en su momento que reduciría la producción de la planta hasta que los empleados lesionados se encontraran totalmente recuperados de sus heridas.
De igual modo, el CEO de Amazon, Jeff Bezos, en una ocasión escribió una editorial en el diario, también de su propiedad, The Washington Post, una carta dirigida a sus empleados, a los que invitaba abiertamente a denunciar cualquier abuso de sus mandos medios, o bien, les pidió que emitieran cualquier observación o queja y que no tendrían ningún tipo de repercusión.