El éxito, en cualquiera de sus aristas no es una cuestión de suerte, en el plano deportivo se tiene que entrenar a diario para llegar a ser el mejor, desde hace poco tiempo se analiza todo en función de maximizar el rendimiento y funcionamiento de un atleta; en el plano de los negocios es similar, se estudia el mercado, el cliente, la competencia, el entorno interno y externo, los precios, publicidad, entre tantos factores.
Vaya que hasta en el cine las reglas aristotélicas definen a una gran película, el terreno del arte es complicado de abordar ya que mucha gente apela a lo subjetivo, al gusto, a las emociones de un momento en específico para que una expresión logre buenos dividendos.
En momentos donde las métricas otorgan precisión y detalle sobre los puntos fuertes y débiles de un producto, valerse de estos brindan una garantía sobre los resultados que se desean, el uso del Data Driven Marketing permite maximizar el retorno de inversión, conseguir una mayor visualización, aumentar el volumen de datos que se obtienen de los canales en línea, entre otros rendimientos.
Durante el verano se aprovechan las temporalidades para sacar productos dirigidos a un público más numeroso que contará con mayor espacio y disposición para unirse a las tendencias.
Tal como es el caso de la industria musical, la mitad del año es uno de los momentos estelares para lanzar hits, que por igual sonarán en la playa, la ciudad, la montaña y cualquier región del planeta gracias a la internet.
Despacito, la canción de Luis Fonsi con Daddy Yanke, literalmente rompió los récords de la red, en Youtube la contabilización de visitas, hasta el momento de este artículo, era de 2,852,691,113 reproducciones.
Se colocó en primer lugar de la lista de las más escuchadas en Spotify, la primer canción latina en llegar a la cima; asimismo, la adición de Justin Bieber catapultó el tema a nivel mundial, lo llevó a territorios impensados para Fonsi y los productores del sencillo.
Para explicar el fenómeno de la canción se han realizado estudios desde el plano musical hasta el científico.
El músico y productor Nahúm García publicó a través de redes sociales lo que para él, es la clave del éxito, se trata de una ruptura en el tempo justo antes de la entrada del estribillo en la que se canta Des-pa-ci-to, la pausa que se usa para romper el ritmo, está fuera de tempo con el siguiente compás.
García señaló que hacer que una estrofa clave encajara con la que seguía en un punto aleatorio no fue obra de la casualidad, indicó el artista a Play Ground. La irregularidad, difícil de percibir, rompe con la simetría de la canción la cual nunca se recupera.
Os he hecho un croquis para que entendáis visualmente dónde reside la MAGIA de la parada del Despacito. De nada. pic.twitter.com/I6ckZwuCze
— Nahúm García (@nahum) 3 de julio de 2017
Por su parte, el Departamento de Psicología de la Universidad Western Washington realizó un estudio en el que se revelaron los tres requisitos que un tema debe cumplir para ser un éxito, el sencillo cumple con esos pasos.
Según el informe, la primera condición es que el vocalista cante alguna palabra silaba por sílaba, además, también se deben presentar muchos sonidos, agudos, graves, rápidos y lentos, además de que se tenga la voz aguda para generar más energía.
El productos Fernando López Rossi explicó a Clarín, que el estribillo es fundamental para crear el hit, casi como una canción a parte, en dado caso de que el estribillo no fuera relevante el tema no tendría éxito.
Muchos expertos coinciden en que el factor clave tras el éxito de Despacito se basa en el estribillo, una ruptura intencional, aunado al desglose de la palabra y el énfasis sobre el mismo, asimismo, una historia con la que la gente se identifica.
