Ciertamente sabes cómo es cuando después de buscar en el internet información sobre, por ejemplo, los vuelos a Europa, los banners con las ofertas de los boletos de avión te persiguen las siguientes semanas donde sea posible, en Facebook, Google, otros sitios web e incluso en tu buzón de Gmail. Esto es el retargeting.
Retargeting ya es estándar básicamente en cada tipo de campañas. No es de extrañar, la mayoría de los consumidores no hace la compra en línea en su primer contacto con un producto. El consumidor de internet es mucho más consciente y, como suelo recordar, tiene mucho más tiempo para reflejarse en su compra e investigar el producto, por ejemplo ver su videoreseña, buscar información al respecto en blogs o revisar los rankings con productos similares, sus ventajas y puntos débiles.
En cada una de esas páginas nosotros, los consumidores dejamos las huellas llamadas cookies. Esta cookie no es más que un mecanismo sencillo que desde entonces permite a los propietarios del sitio que acabamos de visitar “identificarnos” entre los usuarios y servirnos anuncios específicos; como lo hacen por ejemplo las mencionadas previamente aerolíneas. Desde ahora estamos atascados con su mensaje publicitario y las maneras para aprovechar esa situación están muchas.
El retargeting se puede utilizar por ejemplo para:
- Mostrar a un consumidor los productos que ha visto, o similares a ellos
- Ofrecerle un producto deseado en un precio promocional con límite de tiempo (“hasta las 16 horas, el 20 por ciento de descuento”)
- Convencerle al usuario para volver a la tienda después de haber abandonado su carrito
- Anunciar un producto complementario al que acaba de comprar
- Construir y fortalecer brand loyalty y brand awareness de la marca
Las herramientas modernas de la automatización de marketing y las plataformas de publicidad permiten para la personalización cada vez más profunda, y por lo tanto, las campañas cada vez más eficaces, creativas e inteligentes.
A pesar de muchas ventajas, el retargeting no está libre de defectos. Las dos principales amenazas que deben ser tomadas en cuenta cuando se utiliza el retargeting son: lugares donde nuestros anuncios aparecen y la frecuencia con que aparecen, la llamada frequency tapping.
Seguro te acuerdas de la crisis a la que tuvo que enfrentar YouTube hace unos meses, por desgracia, para nosotros, los anunciantes es todavía difícil controlar en el 100 por ciento donde se muestra nuestra publicidad; sin embargo, uno debe ser proactivo y trabajar constantemente en excluir páginas que no cumplen con los estándares de nuestra marca.
La frequency tapping es también otro factor extremadamente importante; el que muchas veces define el bien y el mal retargeting. Por eso hay que recordar que no se debe exagerar con la cantidad de veces que queremos mostrarle nuestra publicidad al consumidor, tratémoslo con respeto, por favor.