Las marcas personales y las redes sociales son una fórmula que en redes sociales se ha prestado para la ejecución de diversas estrategias que a la fecha siguen generando interés por parte de las marcas.
Hay estudios que han buscado medir el interés del influencer marketing en el mercado. Uno muy antiguo, de 2015, señaló que la inversión en ese año alcanzó en Estados Unidos los 121 mil millones de dólares. Un segundo estudio con cifras proyectadas por Statista advierte que para este 2017, el peso del influencer marketing se ha integrado en todas las actividades de marketing con que cuentan las marcas, para un 548 por ciento de los brand strategists encuestados.
Como tercer dato tenemos lo que mercadólogos de Estados Unidos ven como desafío a futuro para el influencer marketing.
El primero supone la determinación del ROI de los programas de influencer marketing, como segundo desafío está la elección correcta del proveedor de estrategias de influencer marketing para trabajar en equipo.
El panorama antes descrito sirve de contexto para descubrir que as bajo la manga guardan los influencers y uno de ellos es el de participar de la conversación social o aprovechar las tendencias a la mano de las redes, para generar reconocimiento e interacción ante las audiencias.
Como ejemplo de ello tenemos a Ivanka Trump y su estrategia de social media marketing en donde mostró a sus dos hijos bailar Despacito, logrando reacciones virales con más de 900 mil reproducciones en el video publicado en su cuenta.
Nothing better than a post work dance party!
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Este tipo de acciones es una medida recurrente dentro de mercadotecnia, donde encontramos la capacidad de las marcas de lograr comunicarse de manera masiva e inmediata con audiencias identificadas con las personalidades e influencers con los que colaboran, como ha ocurrido con las diversas personalidades que han encontrado en los contenidos del momento, una oportunidad de conversar de manera efectiva.