Aunque la equidad de género es un tema común en la sociedad, a nivel corporativo aún persisten las prácticas machistas o sexistas, sobre todo en el sector tecnológico, donde ex empleadas hicieron denuncias que posteriormente se volvieron escándalos, como el caso Uber.
De acuerdo con un sondeo realizado por Glassdoor, el 53 por ciento de las trabajadoras profesionales en Estados Unidos creen que sus jefes o empleadores dejen de preguntar acerca de su historial laboral de salarios, es decir, las mujeres consideran que es un aspecto innecesario que debe quedar fuera del proceso de contratación.
Al menos en Estados Unidos, las mujeres ganan 0.76 dólares por cada dólar que ganan los hombres, por lo que consideran una “mala práctica laboral” divulgar su sueldo o insinuar que fueron “mal pagadas” en el pasado.
Según parece, cuando son entrevistas laborales donde el aspirante y el empleador son hombres no se suele mencionar el tema de salarios tan insistentemente. No es un tema menor, ya que en mayo pasado, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio firmó un proyecto de ley por lo que ya es ilegal para los empleadores de esa ciudad preguntar sobre el pago anterior de un solicitante.
En tanto, Philadelphia y Massachusetts tienen leyes que prohiben a los empleadores preguntar sobre el salario pasado, mientras que ocho estados más están buscando aprobar una legislación similar.
Y es que el 68 por ciento de las mujeres no negocian su salario, en comparación con el 52 por ciento de los hombres, por lo que si el salario pasado está por debajo del valor de mercado continuará la probabilidad de que ella siga siendo mal pagada.