Cerca del 50 por ciento de los emprendedores mexicanos comienza una nueva empresa tras encontrar áreas de oportunidad no aprovechadas por otras compañías en el mismo rubro de negocio, según mostró la Encuesta Nacional de Sueldos y Salarios en Marketing 2017 del Departamento de Investigación de Merca 2.0.
Los emprendedores se distinguen por tener pasión por lo que harán, ser visionarios, ambiciosos, tener iniciativa y carecer de miedo por arriesgarse. Ya lo dijo Michael Gerber (considerado el gurú de las PyMEs): “Un emprendedor ve oportunidades donde otros sólo ven problemas”.
Se trata de personajes que inician un negocio desde cero, cualquiera que sea el ramo y tamaño del proyecto.
En tanto, los intraemprendedores tienen una función distinta en las compañías. A diferencia de los emprendedores, utilizan la base de conocimiento, recursos económicos y recursos humanos en busca de oportunidades para mejorar una empresa o producto.
Es decir, los emprendedores son los tomadores de decisiones en las compañías, quienes tienen la capacidad de invertir el capital necesario para el desarrollo del proyecto que ellos mismos idearon. Mientras que los segundos, son empleados de los primeros.
Sin embargo, no son cualquier empleado, sino “emprendedores corporativos” con características específicas: constantes, resilentes, proactivos, curiosos.
Estos personajes resultan un pilar con alto valor para las corporaciones, ya que pueden crear oportunidades para las mismas. Desde solucionar problemas, mejorar productos o hallar oportunidades de negocio que finalmente impactan en el crecimiento de las compañías.
Así, el primero y el segundo resultan similares, pero no iguales. Al final un complemento perfecto en pro de las empresas.