El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva fue condenado este miércoles a nueve años y medio de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero.
La condena fue firmada por el juez de primera instancia Sergio Moro, quien lidera las investigaciones del caso Lava Jato, concluyó que existen pruebas suficientes para condenar a Lula, que se convierte en el primer expresidente en ser sentenciado por corrupción en Brasil, según medios locales.
Da Silva es acusado de recibir sobornos de la constructora OAS, empresa involucrada en el mega caso de corrupción Lava Jato, como la multinacional Odebrecht. Entre los elementos que hacen responsable al exmandatario son: el haber recibido de OAS, una propiedad en el balneario de Guarujá en Sao Paulo, informó el medio brasileño Veja.
Han pasado 10 meses desde que la fiscalía de Brasil presentó los cargos contra Lula, líder del Partido de los Trabajadores.
El Ministerio Público de Brasil señala al ex presidente como la cabeza del esquema de corrupción de Lava Jato, pues habría aprovechado su peso político y de mandatario para direccionar las obras públicas.
En la conversación digital el tema “Lula da Silva” ha registrado en los últimos minutos cerca de 726 mil cuentas alcanzadas y poco más de 836 mil impresiones en Twitter, según cifras de TweetReach.
La prensa brasileña asegura que Lava Jato es la mayor operación en la lucha contra la corrupción en la historia de Brasil.
Se abrieron denuncias contra empresarios y políticos, en la que también está involucrada la expresidenta Dilma Rousseff. El19 de enero, uno de los jueces que lideraba el caso, Teori Zavascki, falleció en un accidente de avión en Río de Janeiro.
La operación Lava Jatoomenzó en julio de 2013, cuando la Policía Federal de Curibita (estado de Paraná) descubrió actividades de lavado de activos de mediano tamaño. El caso llevó hasta el cambista Alberto Youseff, experto en lavado de dinero. Su testimonio, junto al de Paulo Roberto Costa, ex director de Abastecimiento de Petrobras, fue la chispa que hizo estallar este escándalo de dimensiones mundiales.
Se estima que entre 2004 y 2012, cerca de 8 mil millones de dólares fueron negociados por esta red criminal que operó en toda América Latina. Según la Corte de Justicia de Estados Unidos, funcionarios de la constructora brasileña Odebrecht (una de las empresas investigadas) admitieron que durante 2005 y 2014, pagaron a funcionarios peruanos 29 millones de dólares para obtener licitaciones.