Atreverse a dejar un trabajo de oficina con ingresos fijos, horarios establecidos, fines de semana para descansar, vacaciones, seguros y demás comodidades que da la vida godínez para emprender un negocio propio requiere de agallas, un poco de suerte, pero sobretodo de conocimiento del mercado al que vas dirigido, la competencia a la que te enfrentas así como las necesidades de tus posibles clientes.
En México, el tiempo de vida de las startups es menor a dos años, el 75 por ciento de los nuevos negocios cierran operaciones en el lapso referido, de acuerdo con un informe realizado por el Instituto del Fracaso, el equipo de investigación de emprendurismo Fuck Up Nigths, respaldado por la Amexcap y otras asociaciones.
El estudio señala que unos de los principales motivos por los que los nuevos empresarios se retiran del mercado se debe a finanzas débiles, el 65 por ciento de los emprendedores indicó que este fue el factor por el que abandonaron el proyecto.
Otras razones por las que este segmento no alcanza el éxito son la falta de indicadores u objetivos con un 48 por ciento, planeación deficiente con 44 por ciento y problemas en la ejecución o fallas en las hipótesis de negocio y oportunidades de mercado con el 43 por ciento, de acuerdo con El Financiero.
Por su parte, el reporte anual de Global de Entrepreneurship Monitor, refiere que en el país, la participación de personas en el rubro es de entre 25 y 34 años; México se ubica en el lugar 46 de 60 en cuanto a deseabilidad de ser emprendedor; el 49 por ciento de las personas considera que emprender, es una opción deseable de carrera; al tiempo que 34 por ciento de la gente le tiene miedo al fracaso; mientras que el 10 por ciento de los emprendimientos en una etapa temprana espera generar más de 6 empleos.
A su vez, cifras del Inegi señalan que las startups de manufactura resultan ser más longevas con una probabilidad de vida de 9.5 años, seguido del sector de servicios privados no financieros con 8.8 años y comercio con 6.6 años de vida.
Quizás estos números te asusten, pero son una muestra de que emprender representa un riesgo, por tal motivo, el Banco Mundia y el sitio especializado en finanzas Bussiness Insider emitieron una lista de siete preguntas que debes formularte antes de tomar la decisión de iniciar tú negocio.
¿Cuál es mi motivación para arrancar un negocio?
Es necesario que te preguntes por qué quieres hacerlo en primer lugar. Si es simplemente porque odias tu trabajo, o estás siguiendo una tendencia, probablemente no sobrevivirás.
¿Qué problema(s) estoy resolviendo?
Sí has notado que existe un problema el cual no tiene solución, tú podrías tener la respuesta. Detecta el potencial masivo, ubica a personas que padezcan ese problema regularmente y busca una solución escalable.
¿Estoy dispuesto a sacrificar mi estilo de vida?
Es una gran decisión renunciar a un trabajo bien remunerado para seguir tu idea empresarial. Seguramente deberás dejar atrás ciertas comodidades, es de suma importancia que respetes la decisión que tomes, así como los posibles cambios en tu estilo de vida.
¿Mi familia y amigos me apoyarán?
Mientras que los días buenos estén ocupados y sean emocionantes, los malos días son duros, dice el reporte. Así que necesitas tener gente a tu alrededor en la que puedas apoyarte cuando las cosas sean difíciles.
¿Cuánto necesito ahorrar?
Es de gran ayuda tener un colchón financiero que te respalde cuando arranques tu nuevo proyecto. Es poco probable que empieces a ganar dinero de inmediato, por lo que si tienes la oportunidad, ahorra un poco de dinero previamente.
¿Buscaré fondos para un arranque de rápido crecimiento, o tomaré mi tiempo para construir un negocio de estilo de vida?
Una vez que hayas asegurado la inversión externa, tienes que moverte rápido. Sin embargo, si vas solo y no estás confiando en el financiamiento, entonces puedes tomar un poco más de tiempo.
¿Estoy en el ecosistema correcto?
Es importante conocer la industria así como relacionarse para tener la mayor cantidad de eventos de emprendedores. Después de todo, nada es más valioso que escuchar las experiencias de otras personas. Esto puede ayudarte a averiguar si estás en el lugar correcto para crear una comunidad.