Un grupo de taxistas mujeres identificó que muchas pasajeras se sentían incómodas a la hora de pedir taxis para viajar en Argentina, especialmente por la noche o de madrugada.
Fue así que nació She Taxi, una aplicación para pedir autos conducidos únicamente por mujeres.
El servicio, que esta semana debutó en la ciudad de Córdoba, nació unos meses antes en otra ciudad, Rosario, por iniciativa de María Eva Juncos, una taxista que detectó que muchas de sus pasajeras eran capaces de esperarla largo rato para viajar con ella, o le pedían su número de teléfono para volver a llamarla. “Se me ocurrió el tema de la aplicación, empecé a averiguar y a hablar con ingenieros. Yo en principio lo imaginé para Rosario, nunca pensé que iba a trascender”, reconoció a La Voz.
Desde su desembarco en Córdoba hace unos pocos días, ya sumó 25 conductoras registradas y tuvo 500 descargas desde Google Play y App Store.
“Somos 25 y por ahí no damos abasto, pero yo creo que con el paso de los días se van a anotar más chicas”, dijo Pamela Pastor, integrante de la agrupación de mujeres taxistas Afetac, y una de las impulsoras del desembarco de She Taxi en Córdoba.
Los fines de semana, las noches y las madrugadas son cuando más solicitudes se registran. Según la experiencia de She Taxi en Rosario, hay dos tipos de usuarias frecuentes de la aplicación:
- las mujeres más grandes lo eligen por una cuestión de afinidad, de ir conversando con las conductoras;
- y las más jóvenes, por su desconfianza con los taxistas varones.
Inseguridad
Hay una explicación para que la app tenga éxito. Un estudio de la Defensoría del Pueblo de Córdoba de 2012 sobre acoso callejero indagó sobre los lugares públicos que las mujeres perciben como más amenazantes. De acuerdo con la investigación, el 63% de las mujeres dijo haber experimentado miedo o inseguridad en un taxi. “Fue el tercer lugar más nombrado luego de la calle (89%) y pasar por una zona donde hay muchos hombres (74%)”, publicó La Voz.
She Taxi, a diferencia de en otras ciudades, sí puede ser utilizada por varones. No hay ningún impedimento para que ellos se registren y pidan autos conducidos por mujeres.
En Nueva York existe un sistema similar. La aplicación nació en septiembre de 2014 y funciona así: le pregunta al pasajero potencial si quiere una mujer conductora y, de esa forma, le envía el servicio.