A principios de la década de los 60 se instalaron en la Ciudad de México los primeros teléfonos públicos con el objetivo de atender la creciente necesidad de la población para comunicarse, se colocaron 10 casetas telefónicas que eran operadas por Teléfonos de México (Telmex).

Con el paso de los años la telefonía pública se consolido como una herramienta indispensable para la ciudadanía, prueba de ello fue el terremoto que sufrió la urbe en 1985, en aquel entonces Telmex suspendió el cobro de las llamadas desde las casetas telefónicas para que las personas pudieran comunicarse, tras el siniestro miles de líneas de casa resultaron dañadas.

En la mitad de los 90, se incorporó el sistema de chip en los teléfonos públicos, Ladatel Plus, en más de 11 mil equipos de las casi 40 mil unidades con las que se contaban en esos años, uno de los motivos principales de incorporar la nueva tecnología era reducir el vandalismo en los teléfonos.

Para 2006, este servicio encontró su máximo histórico , de acuerdo con la extinta Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) en la CDMX estaban en circulación 845 mil 625 teléfonos públicos, sin embargo, los avances en la tecnología propiciaron que cada vez menos usuarios se comunicaran mediante este servicio.

Además, la entrada en vigor de la Reforma en Telecomunicaciones permitió al consumidor contar con servicios de telefonía móvil a precios más accesibles, además de que se eliminaron tarifas en largas distancia, lo que provocó que más personas se mudaran a los operadores móviles.

Derivado de ello, en el territorio mexicano el número de casetas telefónicas descendió 2.2 por ciento en 2015, al pasar de 764 mil 269 equipos instalados a 748 mil 418 unidades.

A mediados del año pasado The Competitive Intelligence Unit (The CIU) preveía una caída drástica en su consumo, a pesar de ello no pronosticaba una desaparición de los equipos; el organismo indicaba que las empresas que daban este tipo de servicio debían de cambiar la estrategia de negocio.

En la actualidad, las firmas de este sector han buscado otras opciones de uso que les generen ingresos, sus modelos de negocio han cambiado, por lo que ahora las casetas se usan como espacios para anunciantes, puntos de conexión a internet, centros de vigilancia con cámaras de seguridad y conexión al Centro de Comando para Atención a Desastres y Seguridad, en la Ciudad de México.

De acuerdo con El Financiero, empresas como Casetel, Conecta-Te, TeleFon y PM On street, ofrecen distintos modelos de equipos para atraer a nuevos clientes.

Según el diario, la compañía PM On street comercializa sus mil 465 casetas telefónicas como espacios publicitarios en mobiliario urbano, la mayoría de sus ingresos provienen de este rubro; al tiempo que en el municipio de Tlalnepantla renovó 130 cabinas en las que instaló una cámara, un botón de alerta y audio conectados al C4.

México no es el único país en el que las firmas del sector han mudado sus servicios para mantenerse vigentes en el mercado, en Colombia la empresa TigoUne realizó un cambio en la metodología de uso de los teléfonos públicos.

A través de su campaña Payphone Bank, la gente que no cuenta con acceso a la banca tradicional puede tener una cuenta de ahorros mediante el deposito de monedas al teléfono público, la publicidad a cargo de la agencia Grey Colombia fue galardonada con un León de Oro y Bronce en el festival de Cannes Lions 2017.