Por décadas uno de los temas que mayor relevancia en el mundo fueron los códigos de vestimenta entre hombres y mujeres, mismos que además de construir una sólida industria alrededor de la moda, se han puesto en la mira al ser catalogados por muchas personas como incentivos que promueven los estereotipos de género e identidad.
A lo largo de la historia la carga de este fenómeno parece haber recaído con mayor fuerza en el género femenino. Aunque el tema parece ser del siglo pasado, la realidad es que en tiempos actuales se mantiene como una constante que da mucho de que hablar y que para las estrategias de mercadotecnia y publicidad marcan una pauta que invita a una renovación del discurso.
A principios de este año, el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzaba una exigencia contundente al respecto.
Así lo afirmaban algunas filtraciones recogidas por el sitio Axios, mismas que indicaban que Trump las pedía “vestir como mujeres” a aquellas colaboradoras que habían participado en su campaña y que se mantendrían como parte de su equipo de trabajo.