Actualmente, la industria de los medios de comunicación y el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, pasaron de la conversación social que ha marcado tendencia desde que Trump era candidato presidencial, a las descalificaciones y amenazas constantes por parte del mandatario.

Lo que comenzó como roces de ideología en la cobertura mediática de la agenda diaria de Trump pronto se transformó en una confrontación, ya que al cometer errores mediáticos en sus discursos, como señalamientos infundados o argumentos que al final eran falsos, los principales medios de comunicación de Estados Unidos, como CNN, New York Times, Univisión o The Washington Post, están bajo el asedio del presidente.

Lo que podría ser una excelente estrategia de marketing digital no lo es, ya que los señalamientos de Trump a través de Twitter hacia CNN o New York Times son multi virales y marcan tendencia constante, mientras que las réplicas de los medios también causan sensación.

Quien ha sabido retratar correctamente la relación de Trump con los medios es Netflix, quien es un testigo omnipresente pero silencioso de todo el proceso, y prueba de ello son sus recientes documentales Get Me Roger Stone y Nobody Speak.

El primero cuenta la relación entre el experimentado asesor político y Trump, no obstante, el documental detalla cómo Roger Stone impulsa al entonces candidato republicano con las mismas estrategias de guerra sucia que el ex mandatario Richard Nixon, que consiste en descalificar todo lo que sea crítico hacia ellos, creas escándalos mediáticos y utilizar a los medios de comunicación a su favor.

El segundo, explica la batalla legal entre el ex luchador de la WWE, Hulk Hogan, y el portal Gawker por la difusión de un video ilegal de contenido explícito. Lo que parecía una denuncia se volvió tendencia durante 2016 al trascender que el millonario republicano de Silicon Valley, Peter Thiel, cofundador de PayPal y cercano a Trump financió con decenas de millones de dólares al ex luchador para acallar la libertad de prensa de Gawker y logra ganar al obligar al medio a indemnizar con 115 millones de dólares a Hogan.

Ambos documentales muestran cómo Trump, su gabinete y sus allegados buscan terminar con la libertad de prensa de medios como CNN, NYT, Washington Post, Univisión o cualquiera que ejerza la crítica sana hacia el desempeño de su administración. Se trata de una ideología añeja, republicana y rescatada por asesores políticos que ejecutan dichas estrategias al más puro estilo de Nixon.

Cabe señalar que el impacto de estos enfrentamientos mediáticos marcan tendencia en redes sociales, pero quien las inicia siempre es Trump a través de sus mensajes de Twitter, mientras que los medios de comunicación utilizan todas las plataformas sociales para defender sus posturas y emitir sus opiniones periodísticas.